Modernización de un piso centenario en el barrio de El Carme.
Los valencianos DG Arquitecto Valencia han reformado una antigua vivienda del popular barrio de El Carme, en el centro histórico de Valencia, para una joven pareja amante de la música, el cine y los animales. Ahora es una casa moderna, abierta y desenfadada.
DG arquitectura e interiorismo
Detrás del estudio de arquitectura e interiorismo DG encontramos a Isabel Roger Sánchez y Daniel González. Están especializados en obra nueva, reformas, interiorismo y rehabilitación. Asumieron esta reforma con la idea de «transformar un espacio con más de 100 años de vida y una forma singular, en una vivienda abierta y desenfadada«, comentan.
Un edificio del XIX y un piso muy deteriorado
La pareja deseaba algo sencillo, un espacio abierto con cocina, comedor, sala de estar, un dormitorio principal con baño, un segundo dormitorio y un baño de cortesía. El desafío fue reformar un piso bastante deteriorado, dentro de un edificio de finales del siglo XIX, en el que nunca se había intervenido. Los forjados de vigas y viguetas de madera se encontraban en bastante mal estado, por lo que lo primero fue realizar una intervención de rehabilitación y refuerzo de la estructura.
“Una de las grandes dificultades que nos planteaba el proyecto era la forma irregular de la planta, así como la necesidad de que toda la vivienda disfrutase del patio interior. A partir de ahí, la distribución en planta, como solemos hacer en todos nuestros trabajos, la desarrollamos de una forma muy sencilla creando espacios abiertos divididos en zonas”.
La vivienda se organiza en tres grandes zonas: día, noche y el patio
Un gran espacio principal que la cocina con isla es el corazón de la casa. La cocina se ha concebido como una unidad central y a su alrededor están las principales zonas de día, comedor y salón. Un dormitorio en suite con vestidor y una pequeña zona de trabajo forma la zona de noche.
Por último, un acogedor patio interior donde un muro que han mantenido con todas sus cicatrices y huellas del tiempo es el elemento clave. Tanto la zona de día como la zona de noche disfrutan de este patio a través de cuatro grandes ventanales con el amarillo como protagonista.
La historia y las raíces se incorporan al proyecto
Al tratarse de una intervención en un edificio con tanta historia algunos de los elementos existentes en la centenaria vivienda se han incorporado al proyecto: los techos con revoltones, vigas y viguetas de madera, que se han dejado a la vista en las zonas donde era posible. Para unificar todos los elementos, se ha optado por el uso del color blanco.
Las puertas se han diseñado a partir de las originales. Son pivotantes de suelo a techo, lo que ayuda a la creación de espacios.
Por último, solo un número muy pequeño de las baldosas existentes se han podido recuperar. Se han utilizado en el patio, lleno de plantas, para revestir una amplia jardinera de obra en tonos blancos y azules, junto a la zona de estar al aire libre.
Y como recurso decorativo: el color
«Uno de los aspectos que nos gusta destacar de este proyecto -explican los interioristas- es el uso del color, que aparece en la cocina, en los suelos hidráulicos, y en los grandes ventanales«.
El suelo principal de la vivienda es de madera natural. Los baños y zona de cocina se materializan mediante el nuevo suelo hidráulico con dibujos geométricos de colores amarillo en el baño de cortesía y azules en el del dormitorio principal. Se han amueblado con piezas de madera clara y blanca y piezas contemporáneas, muy funcionales.
En cuanto a la decoración, pocos y escogidos muebles en tonos claros blancos o grises y en madera natural. Ligeras estanterías para acoger tanto el menaje de cocina, como los libros de la pareja. Y toques de color que aportan algunas piezas de diseño como el pájaro Bird de los Eames, la mini lámpara Cesta de Miguel Mila y los carteles de cine . La iluminación es de Arkoslight.
El resultado: una casa donde se ha recuperado la esencia pasado. Y donde lo nuevo y lo viejo conviven al 50%. Una vivienda centenaria pero desenfadada, llena de vida y de toques de color. Y a la que el estudio DG ha sabido transmitir el estilo de sus propietarios que se muestran totalmente identificados con ella.
Fotografía Mariela Apollonio