Masquespacio nos transporta al universo setentero de Jacques Tati.
La estética de la película francesa Playtime (1967) es el punto de partida del nuevo coworking Cabinette en Valencia proyectado por Ana Milena Hernández y Christophe Penasse. Unas oficinas de lo más peculiares donde sentirse como en un set de rodaje.
Back to the 70’s
Con un omnipresente color azul bebé, sillas setenteras, flecos, cortinas centelleantes y toques dorados y plateados, Cabinette irrumpe en el mundo de los coworkings abanderando otra liga. Masquespacio ha querido ir más allá -como es habitual en ellos-, desmarcándose de convencionalismos y estéticas preestablecidas.
Cabinette no es el típico espacio de trabajo impregnado por el blanco nuclear y muebles clásicos. Todo lo contrario. Es un coworking diferente, con un interiorismo muy potente que busca, sobre todo, inspirar a sus usuarios.
Estética Playtime, de Jacques Tati
Cabinette viaja hasta finales de los años sesenta y principios de los setenta para recuperar la sinfonía cromática que el director francés Jacques Tati creó en su película Playtime. Ese París ultramoderno y futurista donde reinaban los edificios fríos de cristal y acero -punto de mira y crítica de Tati- recobra vida en este nuevo y original coworking.
Junto a los grandes ventanales, Masquespacio ha situado tres hileras de escritorios individualizados por pequeños paneles. Un artilugio de distanciamiento social imprescindible en los actuales tiempos anti-covid, que, irónicamente, conecta con los escenarios distópicos con los que ironizaba el célebre director francés. Muy 2020.
Cabinette
En total, el espacio, de 200m2, cuenta con 3 salas de reuniones, terraza, cocina office, phone-booths y desks. Todo ello con el genuino sello Masquespacio.
Es un coworking pensado para profesionales y emprendedores creativos, procedentes de disciplinas artísticas, así que todo su interiorismo pretende estimular la inspiración.
Aquí se busca cuestionar los clichés, hacer brotar nuevas ideas y romper límites mentales. Y el diseño interior es un reflejo de esta propósito. Los cuadros y cortinas de la sala principal, por ejemplo, están puestos a la inversa.
El mobiliario e iluminación está compuesto por piezas de Houtique diseñadas por el propio estudio de interiorismo. Vemos las lámparas Wink, las sillas Arco o el taburete Déjà-Vu.
Todo ello hace de Cabinette un coworking totalmente atípico No es un despacho, ni unas oficinas clásicas. Ellos mismo se definen como «Un Cabinette of stories, un lugar lleno de ideas sólidas, líquidas y gaseosas, de todas las formas, en todos los estados, pero siempre con un toque burbujeante y chachachá, como el champán.»
Fotografía: Luis Beltran