La oportunidad del desafío: de cuatro a seis viviendas.
En una volumetría entre medianeras que debía reproducirse tal y como era en su origen, y con una fachada protegida que no se podía demoler, Teresa Carrau Carbonell y Eduard Baviera Llopez han logrado encajar 6 viviendas donde originalmente había 4.
«El tablero de dibujo no era precisamente una hoja en blanco», señalan los autores de este proyecto en Torrente, Valencia. Una intervención donde los arquitectos, Carrau Carbonell y Baviera Llopez, han sabido sacar ventaja a los desafíos, gracias a una distribución de viviendas patio.
Una distribucion en viviendas patio
De proporciones alargadas, las plantas se organizan en torno al patio, convertido aquí en el núcleo y corazón de las viviendas. Mientras la zona de día vuelca a la luz y ventilación filtradas a través de él, las habitaciones se reparten entre el espacio anexo a la fachada principal y el interior de la parcela. Las últimas, iluminadas y ventiladas, al igual que salón, comedor y cocina, a través del patio.
Mientras que las plantas baja y primera se reservan para viviendas de dos y tres dormitorios, la última se destina a dos pequeños áticos. Rozando la altura de cornisa permitida, su interior alberga un espacio habitable que se ha tratado sea lo más flexible posible. Para ello, baño y cocina se concentran en un núcleo gris, dejando completamente libre el espacio blanco y luminoso en torno a él.
En todas las viviendas, y a pesar de las reducidas dimensiones de las plantas, la cuidada distribución ofrece abundante espacio de almacenamiento.
Restaurar y reinterpretar
Acometido desde un profundo respeto por las preexistencias, el proyecto recicla elementos de valor que se reinterpretan en su nueva ubicación. Entre ellos, las contraventanas de los dormitorio, hechas de puertas de madera encontradas en la planta baja original. De igual forma, las baldosas ‘sanas’ encontradas se recuperan y recolocan en el hall, junto al gres de gran formato actual.
En el exterior, la protección de la fachada reduce las intervenciones posibles. Además de un cuidado proceso de restauración que respeta huecos y molduras, se actualiza su color para maximizar de esta forma la luz y el carácter contemporáneo.
Fotografía: Germán Cabo y Hilke Sievers