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Jaime Beriestain diseña el nuevo Radisson Blu Hotel de Casablanca.

El flamante Radisson Blu Hotel Casablanca City Center está situado en el mítico Boulevard Mohammed V, uno de los barrios más elegantes de la ciudad marroquí.

Es el segundo hotel que la firma Radisson Blu abre en Marruecos. En poco tiempo se ha convertido en el nuevo emblema del estilo contemporáneo de la ciudad, mostrando una imagen renovada de la artesanía y la tradición marroquí. Sin duda, Casablanca es hoy la ciudad más cosmopolita del país que abre la puerta de África.

Arte contemporáneo y artesanía local

lobby del hotel Radisson Blu Casablanca City Center

Este espíritu artístico del entorno ha traspasado al interior del hotel, que derrocha pasión creativa y arte de vivir. Acoge el mejor arte contemporáneo, artesanía local y una modernidad sofisticada. En sus 120 habitaciones se respira una atmósfera que combina vanguardia y tradición. Sus 16 suites se abren sobre los edificios Art Déco del Boulevard Mohammed V y el océano Atlántico. Además, como una galería de arte, el Radisson Blu Hotel Casablanca City Center acoge una importante exposición permanente del artista marroquí Mohamed Melehi, una de las figuras imprescindibles del arte moderno local. Sus obra es reconocida ya en todo el mundo por el uso caleidoscópico del color.

Pintores locales  como el prestigioso Mohamed Melehi, exponen sus obras en el hotel.

El imperio de la luz

Este hotel marca la llegada de una nueva modernidad a la ciudad atlántica. “La luz es una de las enseñas de la ciudad y el interiorismo dialoga con esa profunda luminosidad”, explica Jaime Beriestain. El arquitecto nacido en Chile y barcelonés de adopción,  uno de los más top del diseño de interiores, es el autor del proyecto.

La luz, gran protagonista del Radisson Blu Hotel Casablanca City Center

Y es que la luz ha sido un elemento esencial para la configuración de los interiores del hotel. “Crea diferentes atmósferas, distintos tipos de ambientes y una calidez llena de matices”, señala. “También las texturas han sido fundamentales porque permiten interactuar con el espacio. Ofrecen diferentes sensaciones a quien las observa. Una acertada combinación entre ellas es clave en el diseño”.

Las texturas y la artesanía son claves en el proyecto

Sobre cómo ha conseguido integrar esa luz y convertirla en la protagonista del proyecto, Beriestain explica que “han utilizado tonos grises en los interiores, para mitigar su fulgor y dar una apacible sensación de calma y retiro”.

Las texturas y la artesanía local protagonizan el Radisson Blu Hotel Casablanca City Center

Pero no solo la luz es el único eje vertebrador en el proyecto, todos los materiales son de gran calidad. “Y nos hemos apoyado en la artesanía local para crear piezas únicas, como las camas, que están hechas en piel con una técnica tradicional que permite que se vean las costuras. También, hemos incluido obras de artistas emergentes marroquíes, que le da cada habitación una expresión contemporánea y llena de fuerza”, añade el arquitecto e interiorista.

Diseñado como una casa con interiores seductores y materiales naturales

Cada espacio del hotel está tratado como si fuese una residencia privada. Un único tipo de piedra en el suelo y la misma madera con diferentes acabados. El lobby cuenta, además, con un espectacular espacio a doble altura, que permite que entre una luz especial a través de sus grandes cristaleras. “Esta estructura otorga un carácter diáfano y puro y una elegancia singular, fresca y brillante”, señala Beriestain.

Igualmente Radisson Blu Hotel Casablanca City Center potencia el valor del diseño en sus ambientes contemporáneos que son a la vez atemporales y exquisitos. Su apuesta son materiales naturales, como la madera, el mármol y el barro que, con el paso de los años, envejecen con una gran elegancia. También ha sido clave la famosa piel marroquí que con el tiempo se arruga, oscurece y revela historias que permanecen en la memoria.

Materiales nobles  y jarrones de cerámica de autor en el lobby del hotel

“Los detalles locales sitúan al huésped en el contexto del lugar que está visitando. Por eso, en algunas zonas hemos utilizado la técnica del tadelakt, una especie de revestimiento obtenido a partir de la cal, que se emplea desde hace varios siglos en Marruecos. No solo aporta una estética característica y personalidad a los espacios, también es un elemento duradero y resistente, pese a su tacto suave y delicado”, cuenta Beriestain.

La diseñadora francesa Corinne Bensimon es la autora de los jarrones que protagonizan las zonas comunes del Radisson Blu Hotel Casablanca City Center

A pesar de su carácter contemporáneo e internacional, este hotel tiene su propia personalidad, no sigue ninguna tendencia. “El contrapunto lo marcamos con piezas escogidas de diseño actual, como alguna del diseñador italiano Antonio Citterio. Otro de los tesoros del hotel son los jarrones-escultura, expuestos en vitrinas en el lobby, de la diseñadora francesa Corinne Bensimon, que produce cerámicas en Marruecos”, señala Beriestain. Cada pieza funde una visión europea con el savoir faire de los artesanos marroquíes. Y de nuevo se trasluce la fusión entre contemporaneidad y tradición que caracteriza el alma de la ciudad.

El lobby: un punto de encuentro

Detalle del bar del Radisson Blu Hotel Casablanca City Center.

El lobby–bar, restaurante, recepción es un espacio abierto y multifuncional. Algo buscado por Beriestain. “Planteamos la distribución de las zonas comunes y el lobby pensando en el cliente. Acercamos la recepción a la entrada y los ascensores y así la zona del bar y el restaurante quedan libres.”.  El interiorista lo ha proyectado como un espacio versátil para que el huésped lo utilice a su medida. Se presta tanto para hacer vida social como profesional. “Este hotel está pensado como un punto de encuentro, he intentado que no sólo fuese cómodo a nivel visual, sino que tuviese la tecnología necesaria para disfrutarlo tanto como ocio, como de trabajo”. Así, cuenta con elementos que permiten usarlo como oficina sin necesidad de escritorios.

Zona de relax en Radisson Blu Hotel Casablanca City Center

Restaurantes, spa, piscina y sky bar

Confort invisible en las habitaciones personalizadas con otras de artistas locales
Las piezas de distintos artistas locales personalizan cada una de las habitaciones

Si la decoración del hotel ya marca las primeras impresiones, el confort de sus 120 habitaciones y 16 suites invita a no querer salir. Hervidores con selección de tés marroquíes, cafeteras, una wifi de alta velocidad, duchas con diferentes tipos de chorro y amenities exclusivos, alegran el tiempo de descanso y relax.

Detalle del cuarto de baño en blanco y negro y madera

Además: el Radisson Blu Hotel Casablanca City Center ofrece un recorrido por la mejor gastronomía internacional en su brasserie La Collection y en su restaurante japonés Yuzu. Y toda la belleza y el arte de vivir de Casablanca, gracias a las vistas panorámicas de la ciudad y del mar desde su Caprice Sky Bar. Desde allí, en el piso catorce, tomarse un cóctel en la piscina viendo como cae el sol sobre Casablanca es algo espectacular.

En la planta catorce el Caprice Sky Bar ofrece cócteles y espectaculares vistas panorámicas

Este placer hedonista tiene su continuidad en Cinq Mondes. Se trata de un innovador spa equipado con circuitos termales en piscina interior, jacuzzi, sauna, baño de vapor y, por supuesto, todo tipo de tratamientos y masajes. Para los deportistas, su lugar es el fitness center, con lo último en máquinas y tecnología deportiva. Y para los más inquietos el hotel ha desarrollado una interesante agenda de planes por los lugares más icónicos, top y cool de Casablanca ¡Feliz estancia!

Radisson Blue Hotel, Casablanca City Center. 2, Boulevard Mohamed Diouri, Casablanca, 20300, Morocco.

Fotografías Manolo Yllera

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