Un loft en Nueva York con inconfundible sello nórdico.
El confinamiento ha cruzado el Atlántico llegando a la Gran Manzana. Pero entre los grandes rascacielos aún quedan oasis para disfrutar de la ciudad. Hoy visitamos un loft en Nueva York desde el que la cuarentena seguro que se hace más fácil.
Situado en Park Avenue, la principal arteria residencial de les clases altas a orillas del Hudson, este ático con terraza ha sido diseñado por Søren Rose. El interiorista, con un estilo marcado por la sensatez y la sostenibilidad, ha conseguido combinar en los más de 500 m2 de residencia el mejor diseño nórdico con el particular estilo industrial característico de Nueva York.
Historia del diseño industrial
El espacio, blanco y minimalista, cuenta con varios focos de interés que son el sello inconfundible del estudio de Rose. Entre ellos, la escalera semitransparente, que da acceso a la parte más privada del loft y que permite ver en plenitud la pared de mármol verde alpi. Un material con mucha historia: procede de la misma cantera de la que Mies Van der Rohe obtuvo su mármol para el Pabellón de Barcelona.
El primer piso es una planta abierta en la que se ha buscado la comodidad y el hygge tan característico del país de origen de Søren Rose, Dinamarca. Una enorme sala de ambientes separados: una alfombra de diseño clásico delimita la zona de salón de la de comedor. En ella el diseñador ha colocado algunos de los grandes iconos escandinavos.
Y es que Rose no entiende un interior sin las piezas más famosas de Arne Jacobsen. Por lo que un sillón Egg dispone de vistas privilegiadas de toda la planta baja desde el salón. Bien secundado por un par de discretas y elegantes sillas PK22. El best seller de Fritz Hansen firmado por Poul Kjærholm ejemplifica la búsqueda de la forma y dimensión ideales característica del mueble nórdico.
Además, bañeras, tocadores, todos los trabajos de carpintería, herrajes para puertas y ventanas, han sido diseñados a medida por el estudio de Rose. Como curiosidad, se han atrevido con una llave personalizada para la increíble puerta a medida, realizada en colaboración con BDDW.
Una terraza de ensueño
En el piso superior de este loft en Nueva York se han situado las estancias más privadas, correspondientes a las habitaciones de los propietarios de la casa. Enmarcadas por enormes ventanales que capturan todo el sol de la Bahía, también cuentan con detalles de diseño nórdico: maderas claras y un sillón Swan en el dormitorio principal.
Pero el verdadero motivo por el que la vivienda es una joya envidiable es su terraza. Con vistas al skyline neoyorquino, cubierta de mármol, cuenta con una piscina desde la que la cuarentena resulta de lo más sencillo.
Tal como explica Rose, «Este apartamento es realmente la obra maestra del estudio». Se entiende por qué.
