Un piso en el Eixample con mosaico Nolla original.
Techos altos artesonados. Grandes vidrieras. Una luminosa galería. Y un claro protagonista: el pavimento Nolla. Marta Casas, directora creativa de Mimouca, reforma esta maravilla de casa en el centro de Barcelona.
Una suerte de proyecto
Pocos interioristas tienen la fortuna de recibir un encargo como éste. Y es que el proyecto de reforma de la calle Caspe, 44 es una verdadera joya. Por un lado, nos encontramos con un piso espectacular cuyo suelo está realizado con pavimento Nolla original (y, además, en buen estado). Por el otro, con un propietario amante del arte (uno de los mayores coleccionistas de arte de Turquía).
Reformado por Mimouca
El afortunado estudio encargado del proyecto ha sido Mimouca. Marta Casas, la interiorista al frente, ha tenido claro en todo momento el objetivo: devolver el esplendor a los elementos originales de la vivienda. Una vivienda con un potencial espectacular: techos con molduras, frisos y florones; carpinterías originales en pino melis; una majestuosa chimenea en mármol; vidrieras en forja y cristales de colores; y la joya de la corona: pavimento Nolla de origen.
Una finca bien conservada
El piso pertenece a una finca regia que goza de buen estado. Se haya en la calle Caspe, cerca del Passeig de Gràcia y junto a la Casa Calvet, obra modernista de Antoni Gaudí. Cuenta con 180m2, en una tercera planta en altura. Como la mayoría de pisos de la zona, se distribuye en dos áreas diferenciadas. Una orientada a la calle principal, la otra al patio de manzanas. Y enmedio, dos patios de luces.
El pavimento Nolla
El proyecto de reforma tiene un claro protagonista: el pavimento Nolla. Éste ha marcado el resto de la decoración. Todo se ha elegido en concordancia con las tonalidades del suelo. Carpinterías, paredes, armarios y cocina buscan potenciar aún más el esplendor de los mosaicos.
El mosaico Nolla es un signo identitario del modernismo catalán. Popularizado en España en 1863 por su principal fabricante, Miguel Nolla, se vio relegado en 1920 por la aparición del mosaico hidráulico (más económico). El Nolla era más costoso debido a sus pequeñas dimensiones (5x5cm o 10x10cm) y presentaba mayores dificultades de montaje.
La habitación principal con su baño, el salón-comedor-cocina y una de las suites cuentan con pavimento Nolla original. Todos ellos han sido restaurados (condición indispensable para realizar la reforma según Patrimonio). Para el resto de estancias, Mimouca ha apostado por un parquet con acabado de madera vieja en combinación con los mosaicos. En el caso de la galería, se optó por el clásico suelo de las galerías del Eixample, una rasilla hexagonal.
Techos artesonados
Y del suelo, al cielo. Los techos son otra maravilla de la vivienda. Altos, señoriales y ornamentados con motivos vegetales. Todos en color blanco roto. Cada friso es distinto. Durante la reforma se fabricaron y repusieron las piezas faltantes con réplicas exactas.
Paredes lisas
Con el objetivo de aportar calidez a las estancias, las paredes se mantuvieron lisas. Se eligió el color visón para ensalzar las vidrieras, el Nolla y el techo artesonado.
Salón, comedor y cocina
Las estancias sociales de la casa se conciben como un espacio único. Mimouca apostó por tirar los tabiques que las separaban y unificar salón, comedor y cocina.
El salón está presidido por una majestuosa chimenea de mármol rosa Valencia. A ambos lados se eleva un mueble en roble, latón y espejo envejecido para dar profundidad al espacio. El televisor queda escondido tras un un gran espejo fumé, sobre la chimenea.
La cocina se planteó como un mueble integrado dentro de la propia estancia. Dado que su uso iba a ser esporádico, según indicado por los propietarios, se concibió con criterios estéticos.
La suite principal
La habitación principal está planteada como un espacio abierto con cerramiento de cristal y hierro lacado negro. Éste divide el espacio entre el dormitorio y el baño, con vestidor incluido.
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