La sede de SPG se viste de luz con su nueva fachada de cristal.
Aprovechado la reforma integral de su sede corporativa en Ginebra, la empresa suiza ha dado un lavado de cara a su fachada. Para la intervención, el estudio de arquitectura italiano Giovanni Vaccarini contó con la colaboración de de Simon Simos, autor del diseño de la iluminación, y Mathieu Crochard, responsable del control de luz. Junto a ellos, la firma alemana especialista líder en iluminación arquitectónica mediante tecnología LED, ERCO, desarrolló innovadoras luminarias especiales para exteriores.
Piel de vidrio
Con el objetivo de mejorar el confort de los trabajadores, los arquitectos sustituyeron la antigua fachada de cristal por un nuevo acristalamiento aislante triple. Sobre él colocaron una «segunda piel» de casi 2900 láminas de vidrio orientadas verticalmente y estampadas con una cuadrícula. Como envuelto por una especie de niebla de cristal, el edificio difumina su contorno, protegiéndose de las miradas de los curiosos.
Durante el día, las láminas actúan como protectores frente a los rayos de sol. Se garantizan así unas óptimas condiciones ambientales y un elevado confort visual en los puestos de trabajo. De esta forma se mejora la eficiencia energética del edificio gracias a un clima interior controlado. Además, el edificio conserva la transparencia que caracterizaba el proyecto original, abriendo el interior a impresionantes vistas sobre las montañas y el lago Lemán.
Parte del proyecto desde un primer momento, ERCO aportó su gran experiencia y conocimiento de las herramientas de iluminación. Mediante ensayos in situ se comprobó tanto el efecto lumínico como la interacción entre las luminarias y las láminas de vidrio estampadas de fachada. Luego se procedió a la instalación. Distribuidas en tres niveles e invisibles a la mirada del espectador, las 290 luminarias LED de fachada se sitúan en el intersticio que queda entre las láminas de vidrio, en ocasiones de tan solo 45mm. «Lo que debe ser visible para el observador es el efecto lumínico y no las luminarias», señala Simon Simos.
Una linterna en la ciudad
La nueva fachada aporta una estética única y muy elegante al edificio. Convertido en una gran linterna, éste difumina por la noche su contorno con el cielo. «En función del punto de vista del observador se crea una ilusión óptica que parece desmaterializar el edificio en el crepúsculo», añade el lighting designer suizo.
Fotografía: Moritz Hillebrand