Una gran parra de uvas para disfrutar las noches de verano.
Es muy típico encontrar una mesa debajo de una parra de uvas donde comer o merendar en los días de verano. Esta fue la idea que NAN Arquitectos decidió trasladar al proyecto de rehabilitación del restaurante Taberna do Trasno.
El establecimiento, ubicado en el centro de la localidad pontevedresa de Cambados, era muy frecuentado y reconocido gracias a la calidad de su gastronomía y de su servicio. Aun así, todavía carecía de una identidad visual propia.
Al estar la cocina del restaurante basada en los productos locales, la inspiración surgió de uno de los más típicos de la región, que es el vino Albariño.
Vegetación envolvente
De esta manera, una gran parra gigante que se extiende por todo el techo, se convierte en el elemento protagonista de la intervención.
Esta vegetación colgante se completa con palmeras ubicadas en la parte superior de muebles separadores.
Una iluminación cálida general complementada con luz de acento en los bancos perimetrales, es el hilo conductor a través del que se relacionan todos estos elementos vivos.
Mobiliario funcional
A nivel funcional, se decidió mejorar la circulación general, que no era muy eficaz para los camareros. Por un lado se redujo la superficie ocupada por el mobiliario y se optimizó su distribución.
Se rediseñó el mobiliario, con piezas creados por los autores a medida para este proyecto. El tamaño del dedicado a almacenaje, así como el de las vajillas y el menaje, se ajustó para no ocupar espacio innecesario, sin que ello supusiese un detrimento en el servicio de la comida.
El mobiliario de la sala del comedor también se reorganizó. Un banco perimetral recorre todo el restaurante y en el centro se disponen unos asientos tipo “dinner”. Todos estos elementos ofrecen una gran versatilidad a la hora de juntar y separar mesas del mismo tamaño, permitiendo acomodar diferentes grupos de clientes.
Comunicación visual con la cocina
Al tratarse de un restaurante de autor, se decidió ofrecer a los comensales el espectáculo de ver al chef trabajando, así como los platos entrando y saliendo de la cocina. Para ello se unificó formal y estéticamente este espacio con el de la barra. Para ellos se utilizó un mismo material, la madera, en el que se abrieron grandes huecos de vidrio que facilitan la comunicación visual.
Fotografías: © Iván Casal Nieto