El Bosque de Iñaki Remiro para el restaurante Mugaritz.
Errentería acoge uno de los diez mejores restaurantes del mundo. La cocina vasca, como todos sabemos, es maestra y reverenciada más allá de nuestras fronteras por la calidad de sus platos, su imaginación y su creatividad. El restaurante que encabeza Andoni Luis Aduriz es uno de sus máximos exponentes.
Bien conoce esos fogones el diseñador Iñaki Remiro, ya que Bosque es su sexta colaboración con Mugaritz.
Nos deleitó hace unos años con los 7 pecados capitales de postre, y ahora se atreve a jugar con el medio ambiente y el vínculo que crea con lo que hace Mugaritz.
Un Bosque con el que interactuar
Bosque se inspira en la geografía local. Es un homenaje a los robles centenarios (aritz, en euskera) que rodean el restaurante.
Este nuevo concepto creado por Remiro para el restaurante Mugaritz transita en el límite entre la memoria y el juego. Un conjunto de piezas de madera maciza torneada, que nos permiten establecer una analogía con un conjunto montañoso. Algo muy característico de la accidentada orografía de la zona.
Los volúmenes se elevan por encima de la base. Esta funciona a modo de tablero de juego, permitiendo clasificar, jugar y ayudar a sus usuarios. Siendo estos desde los comensales hasta los comensales, pasando por el personal de servicio.
Se crea así, nos explica el diseñador, «una nueva experiencia emocional entre el tacto y la comida. Una nueva sinergia emocional entre gastronomía y diseño».
La madera en la alta cocina: una feliz pareja
Ya hemos hablado de la Torre de Babel en madera de roble diseñada por Iñaki Remiro para el restaurante Mugaritz. Un ambicioso proyecto para degustar chocolate en pequeños episodios que reafirma la propuesta entre el árbol que da nombre al restaurante y el saber hacer delicado y artesano que hermana gastronomía con diseño.
Pero no son los dos únicos casos. La colección Cent de Luis Eslava cuenta con la colaboración del cocinero Andreu Genestra, y propone nuevas formas de presentar la comida.
«Como si de una copa de vino se tratara, Cent pretende acompañar las conversaciones y los buenos momentos de los que siempre se envuelve la buena comida. Así, la experiencia de comer deja atrás la forma estática y actualiza la degustación de pinchos, tapas y todo tipo de comida en pequeñas dosis evitando la necesidad de anclarse a un lugar fijo».
También LaSelva Studio, que en este caso juega con el encaje de piezas para sus bandejas Flota, de hormigón y madera.
Un poka-yoke en el que cada pieza se corresponde sólo con su base. Y que al componerse de piezas independientes mejora el transporte, el packaging y la limpieza.
Mientras que la responsabilidad de preparar el café tradicionalmente es revisada en Samaná. Un homenaje a la manera de hacerlo proveniente de México y Colombia.
Con accesorios de roble para dar una textura amable y calidez a cada pieza, este proyecto colaborativo entre José Bermúdez, Vrokka y Fango Studio une diseño, tradición y toda una experiencia sensorial.
En definitiva, una combinación ganadora.