Tascón, una zapatería dentro de una caja de zapatos.
«Cuando en 1982 Carlos Tascón me hizo su primer encargo, ya era propietario de Calzados Tesla», cuenta el responsable de Salastudio, Fernando Salas. «Podríamos decir que, sin quererlo, me auto-encargué el naming», añade. Y de esta forma, la que tomaba el nombre del que es el afluente más caudaloso del Duero adoptó el de Tascón. Que además de mucho más sonoro y rotundo, es el apellido de su dueño.
Una gran caja de zapatos
Desde el comienzo del proyecto, el equipo de Salastudio fue consciente de las oportunidades que el local ofrecía. De esta forma, las texturas y colores de las paredes originales pasaron a formar parte inseparable del proyecto. Convertidas en siluetas de distintos modelos de calzado, éstas se recortan sobre el fondo negro que cubre el espacio. La tapa de la metafórica caja de zapatos que define el proyecto.
Bajo esa tapa, el espacio destinado a la exposición de zapatos se ha concebido con piedra sinterizada Neolith Zaha Stone silk. Revistiendo tanto pavimentos como la zona inferior de pavimentos verticales, ésta genera una fuerte sensación de flotabilidad.
En un guiño a los tres pilares del local original, se han colocado tres bancadas, diseñados especialmente para la ocasión. Sus volúmenes de espuma tapizada de diversos colores son soportados por apoyos en forma de patín de acero inoxidable.
Procedente de una reforma posterior y de origen menos noble que los otros dos, de fundición, el pilar central se ha pintado de naranja eléctrico. Además, se ha optado por colgar de él el asiento adyacente en lugar de apoyarlo en el suelo.
Cartelas de acero inoxidable y placas de piedra sinterizada Neolith Artic White satín soportan los estantes. Se genera de esta forma una fuerte sensación de contraste con el producto expuesto, potenciado por la iluminación lineal de LEDs.
Situado en la zona posterior del local, el mueble de caja separa la zona de exposición del acceso al almacén. De menor altura que el resto del local, en este espacio funciona como expositor de distintos complementos, como calcetines, cremas y cinturones. Frente al mostrador y hecha de listones de madera del mismo roble blanqueado utilizado en todo el espacio, la celosía retroiluminada genera un clima mas íntimo y relajado.
Huellas sobre la fachada
Conservando el revestimiento de granito existente, la fachada enmarca el hueco de entrada con una plancha de hierro pintada de gris antracita. Sobre él y sujeto por una bandeja horizontal en un verde eléctrico se ha colocado un rótulo de color naranja.
Las dos puertas pivotantes de entrada se convierten en vitrinas-escaparates cuando están abiertas. Sobre su superficie de vinilo mate se han dibujado dos huellas de calzado, femenino y masculino. Completamente transparente, la huella deja ver el contenido de la vitrina cuando las puertas están abiertas, o el interior de la calle cuando se cierran.
Fotografía: Salasstudio
TASCÓN
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