Franke, fregaderos de cerámica cargados de tradición.
Ya hemos visto cómo han resurgido versiones modernizadas de materiales como la cerámica o la piedra, y se están aplicando en recubrimientos, paredes, objetos decorativos… Ahora también llegan a nuestra cocina.
La empresa suiza Franke ha desarrollado una colección de fregaderos de cerámica elaborados con Fraceram, un compuesto refractario cocido a altas temperaturas, que aporta a la pieza resistencia y singularidad. Resistencia porque se dota a las piezas de una dureza superior a la del clásico acero inoxidable, y singularidad porque la calidez de su superficie y la expresividad de sus colores hacen de estos fregaderos productos únicos.
Se tardan varios días en fabricar cada fregadero Franke de Fraceram, entre moldeo, alisado, secado, mecanizado, esmaltado y cocciones varias. Todos estos procesos son la huella de la pasión que pone la empresa en cada una de sus piezas, la cual es sometida a estrictos controles de calidad en cada etapa de su fabricación.
La artesanía de los procesos de fabricación llevados a cabo en las instalaciones de Franke contrasta fuertemente con las líneas modernas y delicadas de los fregaderos que producen. De cubeta única o con cubeta secundaria, con o sin escurridor, reversibles… el material cerámico se adapta a todas las opciones que las líneas de producto de Franke proponen.
Recordando los fregaderos del pueblo
Pero la incursión de los materiales tradicionales en nuestra cocina no se queda en la cerámica, pues Franke también incluye en su catálogo de materiales otro adelanto tecnológico cargado de tradición. Las clásicas piletas de piedra de las cocinas de las casas de campo inspiran el acabado Fragranite, una resina con un 80% de arena de cuarzo que se moldea con elegantes formas orgánicas y una dureza superior a cualquier otro material empleado antes en un fregadero. Además, se le aplica un tratamiento antibacteriano que asegura la higiene y facilita la limpieza.
Este resurgimiento de los materiales tradicionales nos parece un acierto, pues aportan calidez e innovación para hacer de las cocinas actuales lugares donde no solo se está de paso para cocinar, sino para vivir en ellas.
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