Comprar medicamentos, una experiencia diferente en Zarautz.
El local cuenta con 77 m2 y fachadas a tres calles, por lo que se optó por un cerramiento acristalado en todas ellas para mostrar toda su actividad a los viandantes.
Debido a la variedad de productos que ofrece el establecimiento, se dio una gran importancia a crear un espacio que facilitase su exposición, así como la circulación de los trabajadores y el público entre las diferentes secciones.
El mobiliario se diseñó cuidadosamente con la intención de dotarle de un carácter diferenciador, que aportase al establecimiento un aire más personal y acogedor.
Para su fabricación se ha utilizado madera e incluso las mismas baldosas de inspiración hidráulica del pavimento.
La madera natural, el azul claro y el blanco son los tonos imperantes, que contribuyen a crear una atmósfera relajante y amable.
La generosa luz natural, que penetra a raudales a través de sus tres fachadas, se complementa con una iluminación artificial compuesta por piezas muy seleccionadas. Lámparas colgantes encima de los mostradores aportan una luz cálida en el momento de la atención personalizada al cliente y la venta de los productos.
Apliques decorativos que iluminan los productos expuestos en las diferentes estanterías y en los escaparates.
Igualmente, focos empotrados, carriles de focos direccionales y líneas de luz Led consiguen resaltar los diferentes espacios y productos de la farmacia.
Para la imagen exterior se ha buscado transmitir unidad y coherencia. Se instalaron dos cruces de farmacia, – una en cada esquina del edificio para que se vea bien desde las tres calles a las que da la fachada – y se colocó un toldo en blanco con letras en azul con el logotipo. La señalética se complementa con unas grandes letras de madera situadas en los escaparates que permiten leer las palabras en euskera Kosmetika y Farmazia.
Fotografía: © Elker Azqueta