Una luminosa reforma familiar en Zaragoza.
La reconfiguración total de esta vivienda ha sido pensada para una pareja con dos hijos. Su programa de necesidades ha buscado, en la zona de día, un espacio único, con la cocina como corazón y alma de la vivienda.
Después de la reforma, ahora es un hogar flexible, cómodo y luminoso. En él, la libertad de circulación y la amplitud no han dejado de lado la importancia de optimizar el espacio en pro del almacenaje y ganar superficie.
El mueble de cocina, de color gris hueso con tiradores lacados del mismo color, incluye unos originales cubos de color amarillo como nota de contraste y laterales en laminado de abedul. En la zona de la barra, los taburetes son el modelo Oto de la firma Ondarreta. Las lámparas sobre la isla de trabajo son el modelo Headled-ceramic de Santa&Cole.
El proyecto aborda tanto las necesidades de programa como espaciales, así como la ordenación de las circulaciones. Lo hace colocando un gran volumen central en forma de cubo que aglutina baños y cocina.
Los muebles salón-comedor son un diseño a medida de A54insitu, en contrachapado de abedul y laca blanca. El parquet de toda la casa es un laminado de roble medio de la firma Meister.
Como afirma el propio estudio, una parte muy importante de la esencia de la intervención ha pasado por la simbiosis entre la estructura original de hormigón, despojada de recubrimientos, y un mimado y cuidado diseño de los acabados de carpintería.
Tanto el baño como el aseo se han equipado con griferías de la firma Roca. Las balsosas de suelos y paredes son de Marazzi, y los muebles y lavamanos de Codis Bath.
Fotografías de Estefanía Abad.