Entrevista a Färg & Blanche. Objetos con alma.
¿Cómo empezó Färg & Blanche?
Fred: nos conocimos en la Feria del mueble de Estocolmo. Yo trabajaba en un estudio de arquitectura y Emma en una galería. Organizamos una exposición en 2011 que se llamaba » 20 Designers at Biologiska» y fue un éxito. Invitamos a 20 diseñadores de todas partes a exponer sus piezas en un antiguo museo de Estocolmo. En dos días la exposición daba 60,000 resultados en google, salimos en toda la prensa. Fue muy especial.
Emma: nos dimos cuenta de que era mucho más divertido trabajar juntos que cada uno por su lado. Pusimos en marcha un estudio en un antiguo garaje en el barrio de Södermalm de Estocolmo que es bastante grande, de unos 400 m2. Trabajamos mucho con las manos, experimentando y haciendo los prototipos.
¿Qué tal trabajar con tu pareja?
Emma: No planeamos trabajar juntos, surgió de forma natural. La inspiración nos sale fruto de las discusiones. A menudo se trata de discutir y convencer al otro. Hasta que los dos no estamos de acuerdo con una idea u objeto, no lo presentamos a una galería o a un productor.
Algo muy bueno de trabajar juntos es que viajamos mucho y compartimos muchas experiencias. De hecho, es increíble compartir tantas cosas con tu pareja.
Emma nació en la Bretaña francesa, donde estudió diseño de interiores. Su madre es pintora y desde pequeña Emma se movió en un ambiente artístico. Cuando acabó la carrera se fue a India a dar clases de arte. Pero un día decidió mudarse a la Suecia natal de su padre para acercarse a su familia sueca. La idea era quedarse un año, de eso hace ya diez.
¿Qué materiales os gusta trabajar?
Fred: experimentamos con los materiales y tratamos de estimularlos. Usamos más gordos, más finos y más duros. Cuanto más conoces un material más posibilidades le ves y más ganas tenemos de probar procesos nuevos. Hemos trabajado mucho con materiales blandos, con textiles. Pero desde hace unos años hemos empezado con lo que denominamos el extreme sewing (cosido extremo) que es lo que nos ha llevado a coser madera.
Coser madera puede parecer algo imposible. ¿Cómo se os ocurrió?
Emma: tenemos unas cuatro máquinas de coser en el taller. Decidimos comprar una máquina de coser grande, invertimos todo nuestro dinero en ella. Empezamos a probar con diferentes tipos de madera y nos dimos cuenta de que se pueden coser materiales muy gordos. Nadie creía en nosotros.
Fred: para el sillón Couture, por ejemplo, cada capa de madera la coses a la siguiente. Para hacerla tienes que meter toda la pieza en la máquina de coser. Tienes que tener la habilidad, no puedes equivocarte. Contactamos con BD y ellos apostaron por nosotros y la produjeron.
Este trabajo tan manual no se enseña en la facultad de diseño, ¿no?
Fred: estudié dos años para ser ebanista y después diseño de interiores.
Emma: en Suecia es muy común estudiar primero algún oficio y luego ir a la universidad de diseño. Es muy bueno porque conoces los materiales y adquieres los conocimientos que luego vas a necesitar en el taller.
¿Cuáles son vuestros últimos proyectos?
Emma: estamos haciendo unas esculturas de calle enorme, de dos metros, para poner en tres escuelas. En Suecia, todas las nuevas obras públicas deben gastar el 1% de su presupuesto en arte. Pueden ser fotografías, arte, esculturas… En este caso, nuestras esculturas estarán en tres colegios y es para que los niños jueguen. Que puedan subirse y meterse por dentro.
Fred: también hemos hecho una vajilla de porcelana para Petite Friture. El proceso para hacer la colección Succession de porcelana ha sido muy artesanal: primero hicimos el bol con felpa y esponjas y pusimos cuerdas alrededor, lo cocimos en el horno y de ahí hicimos el molde para poder hacer una producción. Fue un proceso parecido al de una escultura. El personal de la fábrica ya no sabía hacer este tipo de molde así que tuvieron que ir a buscar a las personas que tenían estos conocimientos tradicionales de moldear.
¿Qué os gustaría hacer que no hayáis hecho?
Emma: nos encantaría hacer un restaurante o una tienda. Hemos hecho muchos muebles y ahora querríamos hacer algo más grande. O colaborar con gente diferente del mundo de la música o la moda, por ejemplo.
¿Qué buscáis con vuestro trabajo?
Emma: Queremos encontrar nuevas funciones y posibilidades a la manera en que la gente vive y usa las cosas. Queremos ser parte del futuro manteniendo vivo el conocimiento antiguo; combinando la alta tecnología con la artesanía. Es muy importante para nosotros tratar de crear una conexión emocional entre las personas y las cosas que hacemos.
¿Dónde es vuestro lugar favorito para desconectar?
Emma: Tenemos una casa en un archipiélago de Estocolmo, es un lugar maravilloso al que vamos los fines de semana. Está a una hora y media de camino. Vamos en coche, luego cogemos un ferry y, finalmente, nuestro barco privado. Y ahí estamos solos en la naturaleza, sin electricidad, con tan solo la silueta del horizonte frente a nosotros.
Queremos agradecer a Emma Blanche y Frederik Färg el tiempo que nos han dedicado para poder realizar esta entrevista.
Entrevista y textos equipo Slowkind
Fotografías Mai Oltra
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