Lekuonastudio: creatividad personalizada y dos maletas rumbo a Japón.
¿Qué había antes de Lekuonastudio?, ¿cómo nació?
Emilio: Empecé pintando, pasé por la escultura, el dibujo, las instalaciones y diversas disciplinas artísticas. Y actualmente mi trabajo artístico es puramente fotográfico. Hubo un momento en que diferentes amigos empezaron a pedirme cosas, unos dibujos, un catálogo, montar una tienda. Una cosa llevó a la otra. Entonces es cuando decidí dividir el estudio en dos y crear Lekuonastudio.
Cristina: Yo era directora de arte en el Grupo Peralada. Y en un momento dado Emilio me ofreció unirme a Lekuonastudio para dirigir la parte gráfica de los proyectos, acepté inmediatamente. Emilio es el creativo y genera las ideas, entre los dos damos forma a esas ideas que en algunos casos tienen un punto de locura. Sopesamos y llegamos a un término medio, sin perder la esencia.
¿Qué hace Lekuonastudio?
Las empresas nos llaman para gestionar cualquier aspecto visual que quiera transmitir una marca: desde el interiorismo de un espacio, a un videoclip, un catálogo, una gráfica, etc. Pero, sobre todo damos soluciones.
¿Y vuestra diferencia?
Somos un estudio artesanal. Nuestra singularidad es que al venir del mundo del arte tratamos cualquier proyecto como “una pequeña obra de arte”. El trato con los clientes es directo, sin intermediarios, no hay filtros. Y el resultado lo creamos entre todos.
¿Creatividad al servicio de, o libertad absoluta?, ¿se puede disfrutar de las dos maneras?
Emilio: Lo bueno de nuestros clientes es que generalmente confían en nosotros y nos dan libertad. En este proceso es importante que haya buena química entre el cliente y el estudio, para generar ideas y soluciones honestas que funcionen.
¿Qué proyectos son los más apetecibles?
Nunca nos gustó lo fácil. Para nosotros los más atractivos son los que te permiten combinar técnicas y disciplinas diferentes (diseño gráfico, interiorismo, fotografía, vídeo u otros) y lograr que todo transmita una armonía y tenga un sello propio.
¿Qué tiene Japón que no tenga otro sitio?, sabemos que últimamente os habéis sentido muy atraídos por este país.
Cristina: Un nivel estético altísimo, siempre con naturalidad y sin artificio. Sorprenden continuamente por su sencillez, su elegancia y su austeridad. Me ayuda a volver a la esencia de las cosas. Todo tiene armonía y transmite tranquilidad.
Emilio: Y las soluciones que tienen, es la simplicidad llevada a lo bello. Son muy finos.
Contadme vuestro proyecto Dos Maletas.
Surge de algo que para nosotros es la mejor combinación, la de trabajar y viajar a la vez. La primera idea era muy pura, ir a Kyoto con dos maletas vacías y llenarlas de cosas únicas que fuese imposible comprarlas aquí incluso por internet. Piezas únicas, desde una edición limitada de un disco japonés, a un jarrón o a un pañuelo. La filosofía era compartir nuestro viaje y nuestra pasión por Japón, venderlo y recuperar el dinero para invertirlo en otras dos maletas y un nuevo destino. En el último viaje hemos llenado las maletas de kimonos antiguos, todos con mucha historia.
¿Artistas nuevos que hayáis conocido en estos viajes?
Truck-furniture.co.jp, hacen unos muebles artesanales increíbles. Quedamos también muy impactados en una exposición de Sarah Moon en Kyoto, en una casa tradicional japonesa. La obra era preciosa y el entorno una de las cosas más bonitas que hemos visto. Tenías que ir descalzo sobre un suelo de tatami, todo en silencio, sonando música de Bach. Las piezas estaban tan integradas que casi tenías que descubrirlas. Un tipo de exposición a la que no estamos acostumbrados aquí.
Un lugar, un objeto y una persona que os inspiren siempre.
Cristina: Kyoto, un jarrón, Emilio.
Emilio: Mi estudio, viajar, descubrir sonidos nuevos, la curiosidad y observar. Y Cristina, sin ella no sería quien soy.
Queremos agradecer a Emilio Lecuona y Cristina Güell de Lekuonastudio el tiempo que nos han dedicado. Podréis ver más de cerca su trabajo y su mundo en @lekuonastudio y @2maletas_bcn.
Entrevista y textos equipo Slowkind
Fotografías Milena Güell
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