Orientados a vivir de cara al parque del Retiro.
La distribución original de este piso de 160 m2 se caracterizaba por una acentuada estructura longitudinal, muy compartimentada en pequeñas habitaciones, conectadas por un largo pasillo. La estrategia del estudio ha sido unificar espacios, para poner en valor el desarrollo lineal de la fachada con sus nueve balcones (algo atípico, ya que las viviendas de esta época suelen ser muy profundas, con pocas estancias dando a la calle).
De esta manera, se ha diferenciado claramente la zona de noche -con tres habitaciones y tres baños- y la zona de día en la que estar, comedor y cocina conviven en un espacio continuo.
El resultado es un espacio de reunión diáfano y luminoso solamente articulado en torno a una chimenea que separa ligeramente la zona de estar.
Por otro lado, se ha pretendido establecer un diálogo con la arquitectura original a través de los materiales. El empleo de madera y piedra en diferentes despieces enlaza con la paleta original de la casa. Como el pavimento original se había perdido, se optó en las zonas nobles por un pavimento de roble antiguo recuperado, dispuesto en diagonal según la dirección que marca el chaflán que tiene vistas al Parque del Retiro.
Tablas de madera de roble, teñidas de blanco y de anchos variables se han utilizado igualmente para recubrir el muro longitudinal que estructura la casa.
Esta misma variedad de madera se ha utilizado también para la pieza volada que remata la encimera de la isla de la cocina y para los muebles de los lavabos.
En las zonas húmedas, se ha optado por la piedra como revestimiento. En la cocina destaca un brillante granito negro de Zimbabwe, con despiece de lamas, siguiendo la dirección de la madera, mientras que en los baños se ha elegido el mármol blanco para las encimeras de los lavabos, los pavimentos (también orientados al Retiro) y las paredes de las cabinas de las duchas.
Esa relación entre tradición y modernidad que los arquitectos han querido establecer en el proyecto de rehabilitación se refleja también en la selección del mobiliario: piezas clásicas adquiridas en anticuarios, se combinan con otras de diseño contemporáneo.
Materiales nobles como la madera, el mármol o el cobre caracterizan a estas luminarias y muebles de impecable factura. Las lámparas Utzon (de la marca danesa & Tradition) iluminan la isla de la cocina, alrededor de la cual se han dispuesto tres taburetes de roble macizo modelo Kuskoa de Alki. En la zona del comedor, las sillas In Between de & Tradition (también de roble) rodean una elegante mesa de sobre de mármol.
Entre otras piezas, en el salón destaca la escultórica librería Vita de MDF Italia, las elegantes butacas Paulistano de Mendes da Rocha y tres mesitas de café de Gubi (diseño de GamFratesi).
En los dormitorios el mobiliario se ha seleccionado con los mismos criterios y cuidado que en el resto de la casa. En el dormitorio principal, una funcional cama de Arlex, se combina con el aparador Tactile de Punt y una emblemática butaca BKF en cuero.
Fotografías: © José Hevia
