Gerry Judah se atreve con BMW en el festival de la velocidad.
Tras celebrar los cumpleaños de Mercedes Benz y Porsche en pasadas ediciones, la marca alemana pidió a Judah una escultura «más grande y mejor de lo hecho hasta ahora», para la ocasión especial que supone el 100 cumpleaños durante la mayor plataforma global para automóviles y vehículos que acoge alrededor de de 200.000 visitantes. Una escultura que ya tiene una vigencia de 19 años y que para cada uno de ellos ofrece una visión diferente, dramática, excitante… sin duda, espectacular.
Gerry Judah no es ajeno a las esculturas a gran escala. Ya hemos visto lo que ha sido capaz de hacer en ediciones pasadas del festival Goodwood, además de las que conmemoran el centenario de la I Guerra Mundial en la catedral de San Pablo de Londres. Para el centenario de BMW ha querido inspirarse en sus logros en los deportes de motor.
Con 100 metros de largo y 40 de altura, la escultura cuenta con los modelos BMW 328 Mille Miglia Roadster, Brabham BT52-BMW F1 y el ganador de Le Mans 1999, BMW V12 LMR. Son los vehículos originales, colocados a los extremos de la cáscara monocasco que sostiene el conjunto y que se ha formado a partir de 816 metros cuadrados de chapa de acero cortada con láser (tres veces el tamaño de una pista de tenis).
Los tres históricos automóviles se apoyan sobre enormes voladizos, pero la escultura se asienta sencillamente sobre una base única de 70 cm de ancho. Con un peso de 77 toneladas, es sorprendentemente ligera para su tamaño.
Espectacular… y efímera. A pesar de los meses dedicados a la planificación y ejecución de la magnífica escultura, tras los cinco días del festival, los coches volvieron a sus museos y el acero fue reciclado.