Hiperobjetos, cuando México se enamora de Japón.
La colección se inspira en los origines de Japón y México. El diseñador investigó la antropología, folklore, historia y mitología de ambos países, con el fin de encontrar y decodificar los puntos convergentes de ambas culturas. Elementos como la religión nativa de Japón Shinto y la Azteca, acercan a estas regiones de creencia politeísta con deidades mitológicas basadas en la naturaleza.
En ambas culturas antiguas la piedra fue utilizada como el principal elemento de construcción de lugares sagrados. En el caso de Japón: sus puertas de piedra en la entrada de los templos Shinto, llamadas Torii. En el caso de México: las piramides y el calendario azteca, considerado como el monolito mas importante de México.
Herminio estuvo en contacto la hermética y protocolaria cultura japonesa y realizó visitas durante 8 meses a diferentes talleres de maestros artesanos japoneses con el fin de entender la situación actual de la artesanía local y conocer la relación entre artesanía-diseño-mercado, algo que defino como neoartesanía o hiperobjetos.
Piedra, madera y metal son los principales materiales de esta colección que nos remonta a tiempos primitivos de ambas naciones. Ni la piedra ni la madera carecen de pintura o tinte; el diseñador se propone exponer al máximo las texturas de ambos materiales. La propuesta nos remonta a los primeros materiales utilizados por el ser humano.
La piedra Shakudani, un material desconocido.
La piedra Shakudani es parte de una actividad volcánica que marca una historia de alrededor de 17 millones de años. Esta piedra volcánica y sus cenizas fueron condensadas y lograron un maravillosos proceso de unificación, dando como resultado su color azulado natural.
El atributo natural de esta piedra ligera y antigua es la posibilidad de cambiar su color mediante un proceso de horneado de la piedra o vertiendo agua sobre ella. Con una temperatura de 800ºC, las partes de piedra en los diseños de mesas y lámpara de techo adquieren un color final naranja-ocre, aunque los tonos pueden variar dependiendo de las temperaturas aplicadas.
Según nos cuenta Herminio Menchaca, México es el único país que mantiene un programa de investigación tan profundo en asuntos de diseño y artesanía japonesa, y los organismos involucrados en el proyecto han sido JICA (Japanese International Cooperation Agency), CONACYT (Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología de México) y KIT (Kyoto Institute of Technology).
Esta es la colección final de hiperobjetos que ha desarrollado el joven diseñador mexicano:
Lámpara de techo Torii
Producida mediante el esculpido de piedra Shakudani y con pantalla en metal. Nos muestra a Japón como un país adaptado a las costumbres, interacción social y mobiliario de la cultura occidental, pero al mismo tiempo preserva los detalles esenciales de su cultura antigua.
Mesa Monolito
Fabricada a mano en torno de piedra. Las patas en madera de ciprés japonés están inspiradas en los ensambles y remates de los techos de los templos Shinto.
Mesa Ozen
Hace referencia a las mesas individuales que se utilizan por los miembros de una familia durante el festival japonés Obon y a las mesas usadas por los monjes budistas, en las cuales es posible almacenar diversos artículos en el interior de estas.
Lampara de pie Torii
El producto se diseñó con el fin de iluminar desde un punto bajo como es el suelo, asemejándose así a la posición tradicional de interacción social de los japoneses sobre el tatami.