Frank y Eva: Metalarte entra en el ‘atelier’ de Lázaro Rosa-Violán.
Hay colaboraciones que son de lujo. Otras las pedían a gritos. Y aquí tenemos una que reúne las dos: la del decorador Lázaro Rosa-Violán y la firma de iluminación Metalarte. ¿Por qué? Pues porque este último ha permitido que el primero por fin pueda producir y comercializar sus propios diseños, algo que el público demandaba y se estaba haciendo esperar.
Así que con todos los honores os presentamos el resultado: dos colecciones de luminarias: Frank y Eva, las cuales ya pertenecen a la nueva categoría dentro del catálogo de Metalarte: Atelier. Ahora explicamos el porqué del nombre.
Pero antes volvamos a reivindicar la hazaña. Lázaro Rosa-Violán ha conseguido algo que hace unos pocos años parecía imposible: resucitar y dignificar la figura del decorador. Y no sólo lo ha logrado sino que su estilo ha creado tendencia y sus proyectos se multiplican por todo el mundo.
Pero como decíamos, producir sus propios diseños era su asignatura pendiente, de modo que podríamos decir que el cielo ha escuchado su plegaria con la aparición de Metalarte, la firma decorativa del Grupo Luxiona que ha definido su personalidad a través de la convivencia de lo nuevo con lo tradicional y apostando de forma decidida por el diseño español.
La marca ha sabido ver la oportunidad que le brindaba la situación de Rosa-Violán y por ello decidieron entrar en su atelier “para que pueda trabajar en su hábitat natural, con personalidad y buen gusto”, nos dicen desde Metalarte. “Utilizando materiales nobles –mármol, latón, cuero, cristal – y la mejor manufactura artesanal”, los emblemas, por otra parte, de la firma.
El decorador colecciones de lámparas caprichosas y originales que remiten a los inicios de la marca dentro de la iluminación decorativa.
Piezas singulares que reflejan la personalidad del decorador, producidas en pequeñas series (como sucede en la moda de alta costura), siempre con materiales nobles y una ejecución muy cuidada donde intervienen diferentes artesanos.
Las dos primeras colecciones se llaman Frank y Eva. Frank está compuesta por dos luminarias. Una lámpara de sobremesa, de 70 cm de altura, y otra de pie de 170 cm. Ambas destacan por sus cintas en cuero natural. El acabado de su estructura está disponible en acero pintado en negro brillante, en baño de cobre brillante y en níquel brillo para el modelo de pie. El exterior de la pantalla textil Sardo puede ser blanco o negro y el interior es siempre en textil blanco.
Eva, por su parte, cuenta con luminarias de luz ambiente de 76,5 cm y 69 cm de altura respectivamente, y una de pie de 156,5 cm de altura. Los modelos con base de mármol negro y estructura de latón cuentan con pantalla textil, de color blanco o negro. La versión de mármol blanco tiene estructura de níquel brillo y pantalla en pyrex.
Sobre Lázaro Rosa-Violán
Nacido en Tánger, de padres y abuelos catalanes, desde niño mostró un instinto precoz por el arte. A los ocho años tomaba clases como oyente en la academia de Bellas Artes. Criado entre Bilbao, Madrid y Barcelona, desarrolló un gusto temprano por las grandes casas.
Pintor por formación, viajante por convicción y diseñador de interiores por instinto, su estilo son todos los estilos; su bagaje cultural le permite mezclar, modificar y reinterpretar tendencias del pasado y el presente.
Su primer proyecto como interiorista lo llevó a cabo en la isla de Ibiza en 1990. En 2002 abrió su estudio, Contemporain.
Fotografías: Eugeni Aguiló