El Cabaret Voltaire celebra el centenario del Dadaísmo.
La ciudad suiza, neutral por definición, se convirtió en 1916 en el lugar de nacimiento de un movimiento artístico que iba a romper esquemas en un mundo herido por la I Guerra Mundial. El Cabaret Voltaire fue el lugar de origen y proyección de este nuevo arte de experimentación de nuevas tendencias. Opuesto al positivismo que trataba de buscar un horizonte feliz a pesar de la contienda, el Dadaísmo se caracterizó por rebelarse contra las convenciones literarias, y especialmente artísticas, por burlarse del artista burgués y de su arte. Su actividad se extiende a gran variedad de manifestaciones artísticas, desde la poesía ejemplificada en Tristan Tzara o Apollinaire, a la escultura de Man Ray, pasando por la pintura de Marcel Duchamp, Modigliani, Kandinsky e incluso Picasso, o la música.
Hugo Ball fue el fundador del movimiento y del cabaré, que se encontraba en la planta superior de un teatro de cuyas serias exhibiciones se burlaban las obras interpretadas en el cabaré. Un círculo vicioso que ejemplifica el Dadaísmo en sí mismo, su provocación, su sucesión de palabras, letras y sonidos a la que es difícil encontrarle lógica.
Pero el tiempo no fue amable con el Dadaísmo. Su evolución como movimiento hacia el Surrealismo, el final de la guerra y la sociedad, acabaron con el cabaret. Hasta 2002. Ese invierno, un grupo de artistas autodenominado neo-Dadaístas organizado por Mark Divo okupó el Cabaret Voltaire. Reclamaban la simbología del local para una nueva generación de artistas que se alineaban dentro de una corriente que trata de hacer renacer el movimiento Dadá. Durante un período de unos tres meses hubo una serie de interpretaciones, fiestas, tardes poéticas y proyecciones de cine. Entre los artistas que participaron estaban Ingo Giezendammer, Mikry Drei, Lennie Lee, Leumund Cult, Aiana Calugar y Dan Jones.
La vivienda se redecoró tanto por fuera como por dentro. Miles de zuriqueses participaron del experimento. El 2 de marzo de 2002 la policía expulsó a los okupas, convirtiéndose el edificio a partir de ese momento en un museo en recuerdo del Dadaísmo.
En 2016, y con motivo del centenario de la fundación del Cabaret Voltaire, la 11ª edición de la bienal europea de arte contemporáneo Manifesta convierte el lugar en el plato fuerte de la celebración en Zúrich.
El espacio que vio nacer el Dadaísmo alterará radicalmente la arquitectura y la programación de las actuales instalaciones del Cabaret Voltaire. El comisario de la bienal, Christian Jankowski, convertirá la casa en un espacio gremial, donde las performances y la sorpresa serán protagonistas. La verdad: si es la mitad de original que la original, será sin duda una cita ineludible.
Cabaret Voltaire en Manifesta 11
Del 11 de junio al 18 de septiembre de 2016
Zúrich, Suiza
m11.manifesta.org