Hangover Bar. El chiringuito ‘resaca’ de Nuno Pimenta.
Este creador desarrolla su obra en la frontera de la arquitectura y el arte, centrándose en la apropiación y subversión de elementos urbanos comunes para crear espacios de reflexión social y política.
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En este caso, su participación se enmarca en un acontecimiento ‘cósmico’ organizado en una finca con una vieja casa abandonada con la idea de que todas sus infraestructuras se construyesen con un presupuesto mínimo en perfecta sintonía con la naturaleza.
Hangover Bar debía ser una pieza lo más ligera y transparente posible, pero a la vez visible y festiva. Se construyó sobre una infraestructura ya existente en el lugar, un viejo tanque de agua, hecho de piedra, que tenía la ubicación y las proporciones perfectas.
Para su realización se utilizaron materiales prefabricados de bajo coste, como paneles OSB, fibra de vidrio y acero corrugado, con los que se conseguía una extraordinaria sensación de ligereza, y se transmitía la idea de que la estructura estaba colgando sobre el tanque.
© Nuno Pimenta
El bar se situó entre los dos escenarios principales. Durante el día era un elemento transparente que se mimetizaba con la naturaleza, creando diferentes matices de luz y sombras de colores. Por la noche era reconocible en la oscuridad y destacaba como un lugar de reunión.