Alphabeta en Londres: modernas oficinas entre Shoreditch y la City.
Los edificios, construidos entre 1910 y 1930, disponen de una superficie total de 22.300 m2 para oficinas en una de las zonas más cotizadas de la capital británica.
El diseño de Studio RHE redefine el concepto de espacio de trabajo, partiendo de las oficinas compartidas en las que lo social sea parte fundamental. Para ello, lo fundamental del rediseño ha sido la creación de un atrio acristalado con una altura de 9 pisos, que ha sido concebido como el centro dinámico y social del edificio.
En la planta baja se sitúan las zonas comunes, desde una larga mesa para las comidas de 5 m, una zona de biblioteca, una cafetería y hasta una cancha de baloncesto para fomentar la actividad y la interacción. La isleta de recepción de forma curva se transforma en una barra alta para reuniones más informales, y se envuelve alrededor de una escalera de madera y bronce que da acceso a las plantas inferiores.
En todo momento, el objetivo era abarcar la complejidad y las excentricidades de los edificios originales, dando lugar a elementos históricos expuestos, tales como columnas de acero, cornisas y ladrillo, jugando con diferentes niveles de techos y pisos sacando a la luz u ocultando diferentes espacios.
El clasicismo exterior combina a la perfección con una gran selección de acabados, que incluyen hormigón visto, baldosas de cerámica, vidrio y madera carbonizada, para crear una mayor variedad visual. El vidrio, como elemento protagonista, también está presente en las salas de reuniones de las plantas superiores, diseñadas en voladizo saliente de unos 3 m que hace que la luz natural entre por cada rincón. Crea un peculiar Tetris tridimensional que, eso sí, no es apto para gente con vértigo.
Los nuevos accesos al trabajo y medios de transporte hacen que en una ciudad como Londres la bicicleta esté ganando cada vez más terreno. No es de extrañar que haya sido una de las consideraciones para el desarrollo de las entradas del edificio. Para ello se ha incluido una rampa desde la calle hasta la planta baja, donde se ha situado un aparcamiento para 250 bicicletas, y vestuarios y taquillas. La rampa es claramente visible desde el atrio a través del cristal, para dar un toque de color.
Fotografías: ©Hufton + Crow