Barcelona Paper: todo el papel desechado de la ciudad, en una libreta.
Una investigación de campo que les ha llevado a sumergirse en los vertederos de la Ciudad Condal ha derivado en una hoja de ruta claramente marcada y ‘comprada’ por el Ayuntamiento de Barcelona, que estableció tras los argumentos de peso aportados por Feriche, Valdés y Fernández un acuerdo de colaboración beneficioso para ambas partes. Tres argumentos clave, tres ideas principales para atacar un cometido en el que el beneficio es seguro: el papel reciclado es un negocio lucrativo pero no aprovechado; el impacto ambiental se reduce al hacer que todo salga de Barcelona; y no se destruye masa forestal. El medio ambiente es el mayor beneficiado con esta iniciativa.
Tanto el cartón de las tapas de las libretas Barcelona Paper, como el papel interior de las hojas son de papel reciclado 100% proveniente del área metropolitana de la ciudad. Es un papel post-consumo, ecológico, hecho solo con fibra recuperada, sin aditivos ni blanqueantes químicos que contaminen y con un PH neutro, que garantiza su calidad. «Nuestro papel, dado que carece de blanqueantes químicos como el cloro, es más fotosensible que los papeles a los que estamos habituados. No tiene el blanco frío del folio, sino un tono más cálido que, para nuestras libretas, nos gusta», explican sus creadores. En la era de las pantallas, en la que curiosamente ha aumentado el consumo diario de papel, se agradece este tipo de iniciativas.