Zooco Estudio proyecta el restaurante La Maruca, un pedacito de Cantabria en el centro de Madrid.

El estudio Zooco ha transformado un conocido local de Madrid en La Maruca, un nuevo restaurante que toma su nombre de una playa de Cantabria. El resultado es un espacio neutro, atemporal y con capacidad para adaptarse a las futuras necesidades.

Después de estudiar los puntos críticos del local, quedó claro que era necesario solucionar el acceso general mediante una escalera, una línea de cerramiento muy próxima y la deficiente iluminación. Para solucionar estos problemas, se optó por retranquear la línea de cerramiento del local, al tiempo que se proyectó una amplia terraza cubierta para crear un acceso más visible y que llamara la atención de los viandantes de la calle Velázquez.

El núcleo del local queda definido con una serie de planos horizontales fabricados con diferentes tipos de maderas naturales y planos verticales revestidos con mosaico vítreo de Hisbalit, el color 103 de la colección Unicolor, en formato hexagonal. Con ello se consiguió una atmósfera cálida y confortable, con una iluminación clara y alegre.

El mosaico vítreo es un material muy duradero, y especialmente efectivo en espacios de tránsito, ya que es resistente a los cambios bruscos de temperatura, al desgaste y a los golpes. Una de sus virtudes es que requiere muy poco mantenimiento: su superficie no es porosa, lo que evita que la suciedad quede adherida. Por ello, es un material utilizado habitualmente en fachadas, zonas húmedas o incluso suelos y paredes de tiendas, salones, restaurantes…

En lo que se refiere al mobiliario, Zooco ha colaborado con el estudio Madame Kaktus para elegir piezas que aportan vida y función al espacio y que se combinan con elementos que hacen referencia a Santander. Destacan, por ejemplo, las obras del artista Fernando Bermejo.

Fotografías: Orlando Gutiérrez