Roca sirve de puente entre arquitectos mexicanos y españoles.

Los Roca Gallery de Madrid y Barcelona han sido el escenario de sendos encuentros-debate entre arquitectos mexicanos y españoles. La propuesta de Roca buscaba generar un espacio de opinión e intercambio de conocimiento entre profesionales de ambos países, con objeto de buscar soluciones innovadoras para estimular el mercado.

Bajo el título de Panorama de la arquitectura mexicana. Una visión compartida España-México, estos debates han congregado por primera vez en España a los arquitectos mexicanos Jorge y Arturo Arditti, Javier Sordo Madaleno, Mauricio Rocha y Francisco Serrano junto con grandes figuras de la arquitectura española contemporánea. Entre los arquitectos españoles presentes en el Roca Madrid Gallery estaban Carlos Lamela, autor del espacio emblema de Roca, y Alejandro Bueso-Inchausti. En el acto celebrado en el Roca Barcelona Gallery destacó la presencia del autor del espacio, Carlos Ferrater, y de Roberto Terradas, Ramon Sanabria y la recién galardonada con el premio AJ a la Arquitectura Emergente del Año Olga Felip.

La simbiosis entre los distintos representantes de la arquitectura contemporánea permitió debatir entorno al potencial de cooperación entre los arquitectos de ambos países, y ya no sólo entre México y España, sino también sobre las posibilidades de colaboración en terceros mercados.

En este sentido, Xavier Torras, Roca Brand and Communication Director, señaló que “queremos poder aportar las posibilidades reales que existen en México con el fin de poder compensar la debilidad de la demanda europea afectada por la crisis. En este sentido se ha tomado la experiencia de México como ejemplo o modelo para afrontar la situación actual en nuestro país”.

En opinión de Carlos Lamela, “uno de los aspectos más relevantes es que en México se tiene muy en cuenta el paisajismo. Esto tiene mucho que ver con la humanidad presente en el país tanto en los materiales como en la mano de obra”. Por su parte, el arquitecto Carlos Ferrater destacó el “valor intrínseco que la arquitectura mexicana concede a la luz”.

Los hermanos Jorge y Arturo Arditti destacaron como “diferencial muy importante entre los dos países es que en México la estética de la arquitectura está en manos de los intereses políticos. Además, históricamente en España el arquitecto es una figura muy reconocida en el estrato social, mientras que en México hay un problema que viene de la aceptación del arquitecto en la sociedad”.

Javier Sordo Madaleno señaló que “lo mejor de la arquitectura mexicana siempre ha sido la mano de obra, la figura del albañil, y por ello nunca hay que perder el carácter de la mano de obra”. Francisco Serrano coincidió con su compatriota añadiendo que “seguimos teniendo un gran respeto por quién construye”, para añadir que “hasta hace poco los arquitectos extranjeros no han tenido protagonismo en nuestro país”. Pero, tal y como expuso Serrano, “a principios de los 90 tampoco se pensó que artistas mexicanos pudiesen estar presentes con sus obras en grandes edificios y prestigiosos museos como el MoMa. Gracias a la globalización de la cultura y sus redes de comunicación, se ha dado voz y visibilidad a todo el mundo a la arquitectura mexicana”.

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