Si, nosotros también usamos cookies. Esas cosas con nombre de "galletita" que ayudan a que tu navegación sea más personalizada. Cierra este mensaje y nos darás tu permiso para seguir utilizándolas. Y seguirás disfrutando de diarioDESIGN como siempre.

Feliz viaje por nuestra web Cerrar

Caliper Studio rehabilita la residencia de Roy Lichtenstein en el Greenwich Village neoyorquino.

En los bajos de un edificio del histórico Greenwich Village de Nueva York, que originariamente fueron una metalistería y un garaje, el artista Roy Lichtenstein y su familia tuvieron su residencia y estudio al final de los años 80. Caliper Studio comenzó en 2007 las labores de restauración y renovación de este renombrado espacio.

El objetivo principal del proyecto fue la preservación del estudio del artista. Se ha llevado a cabo una cuidadosa intervención en la cubierta del edificio, mejorando los controles de clima para ayudar a asegurar la longevidad del estudio. Lo más llamativo es haber mantenido artefactos originales de Lichtenstein, como el peculiar sistema de caballete integrado en la pared para pintar cuadros de variados tamaños, incluso murales muy grandes; o un suelo salpicado de pintura que da idea de que el artista ha pasado por allí poco antes para dar los últimos retoques a su serie Reflections (1987).

El otro punto de interés de la rehabilitación ha sido la curiosa forma de la azotea, que cuenta con ocho superficies con un total de 6.000 metros cuadrados, convertidos en un agradable jardín en el que se han situado dos esculturas de Roy Lichtenstein: Pinceladas y Goteo interminable. El verde paisaje, diseñado con la colaboración de los diseñadores paisajísticos de VertNY, se encuentra enmarcado por los vecinos edificios altos y robustos, típicos del oeste de Manhattan.

Los curiosos «ojos» a modo de claraboyas en el jardín consiguen crear un mágico ambiente en la encantadora terraza, abriendo ese espacio al skyline neoyorquino. Un curioso escenario para disfrutar de la ciudad.

Estas claraboyas son las que permiten el paso de luz natural a la cocina y el ático, la vivienda de la familia Lichtenstein en los 80. Ambos espacios están reconstruidos en ladrillo oscuro reflexivo, que conecta con la cubierta de madera también negra y los cerramientos en negro. La madera forma un camino, un mirador y un área de descanso para disfrutar del nuevo jardín.

El resultado es un agradable espacio en el que se respira la inspiración que caracterizó a uno de los artistas pop más reconocidos internacionalmente.

Fotografías: Ty Cole

 

 

Artículos relacionados

gensler-diseño-salud-espacios-portada

El reto de la salud desde la óptica del diseño: la nueva relación del paciente con el espacio

Esta casa patio en Barcelona diluye los límites entre interior y exterior

A Coruña albergará la exposición de la XVI edición de la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo

DOMEHOME: cómo ampliar una vivienda atendiendo criterios sostenibles y funcionales