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Gracia Cardona
28 febrero 2013

Tendencias diarioDESIGN: ¿por qué nos gusta lo vintage?

Algunos dicen que es por recordar la infancia. O incluso más, por recordar lo que se fue, lo que pasó y no volverá. La atracción por lo vintage recoge la nostalgia como base estética. Y parece ser que esto ocurre cuando los tiempos que vivimos no nos gustan. Recordar "lo que el viento se llevo" nos hace volver a épocas mejores, aunque muchas veces ni tan siquiera los hubiésemos vivido.

Ahora parece que los ’50 fueron una época glamourosa y elegante, los ’60 un frenesí de diversión, y los ’70 el colmo del buen gusto. Da francamente lo mismo si esos años también fueron difíciles, ahora nuestro imaginario colectivo los ha encumbrado como tiempos pasados que fueron mejores. Y ahí están esos objetos y espacios melancólicos -o mejor llamados, vintage-, inspirados en alguna de las décadas prodigiosas en las que nuestros padres, o incluso abuelos, fueron jóvenes.

Nuestros mejores posts sobre interiorismo vintage haciendo clic aquí

Ejemplos de esta tendencia los encontramos en multitud de establecimientos abiertos al público. Basta recordar, por ejemplo, la óptica parisina La Fabrique de Lunettes. Situada en el trendy barrio de Le Marais, este local mezcla elementos de cultura pop con muebles retro de los ’50. E incluso va más allá: sus mostradores se inspiran en las pinturas de Mondrian, por si la mezcla de estilos pasados no fuera suficiente. Como aplicación práctica de la filosofía de la recuperación y el recuerdo, incluso ofrecen a los clientes un taller donde reparar sus antiguas gafas. Toda una declaración de principios oftalmológicos y estéticos.

Lee todo el reportaje completo aquí: Marc Ifrah viste de Piet Mondrian la óptica La Fabrique de Lunettes en París.

Otro ejemplo de recreación estética del pasado nos llega del restaurante Jamie’s Italian en Westfield, un local donde el mediático chef inglés Jamie Oliver ha querido recordar (o imaginar, más bien), cómo era la Italia de los ’50. Faros de Vespa, un carrito de helados o sofás corridos tapizados en capitoné azul pastel han sido algunos de los recursos utilizados por el estudio Blacksheep en este restaurante de sabor italiano y corazón inglés.

Lee todo el reportaje completo aquí: El nuevo Jamie’s Italian, una porción de la Italia de los ’50 en pleno centro de Londres.

Y para demostrar que «cualquier tiempo pasado fue mejor», nada mejor que el proyecto Atelier Mecnic, un café en Bucarest done las reliquias –vintage, como no- de la época comunista y sombría de Ceaucescu consiguen crear un espacio de lo más chic. Lo más curioso del local es que nunca fue un taller, así que la recreación del espacio no es más que una mera ilusión…

Lee todo el reportaje completo aquí: Café Atelier Mecanic, una vuelta de tuerca al vintage industrial del antiguo Telón de Acero.

También la fiebre de lo retro ha llegado al diseño interior de muchos hogares, donde la recuperación y la mezcla ecléctica de estilos pasados y contemporáneos busca recuperar la nostalgia de viejas glorias de otros tiempos. Es el caso de la casa de Mauricio Arruda, un ejercicio completo de recuperación del ayer que nos llega desde el centro de São Paulo.

Lee el reportaje completo aquí: Mauricio Arruda rediseña un apartamento con el alma y encanto de los ‘50 en el centro de São Paulo.

Pero no solo los gustos internacionales se fijan en el pasado. En casa también tenemos ejemplos de antiguos interiores recuperados con aires de los prósperos ’60 o de los contestatarios ’70. Recientemente, el nuevo hotel Chic&Basic Ramblas nos trae recuerdos de esas épocas en las que no eramos ni tan guapos ni tan cosmopolitas. Carteles de toros, seiscientos, suecas en bikini y una añorada «peseta» forman parte del interiorismo de este establecimiento, diseñado por Lagranja para recordar otros tiempos más… ¿felices?

Lee el reportaje completo aquí:La Barcelona más canalla de los ’70 renace con Lagranja en el nuevo hotel Chic&Basic Ramblas.

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