Marset reedita la lámpara Funiculí de Lluís Porqueras, 30 años después de su nacimiento.
Su nombre, además de formar parte de una romántica canción italiana antigua, está también unido a la ciudad de Barcelona; el Funicular ha sido uno de sus símbolos por años. Pero el mecanismo de sube y baja de la pantalla es lo que ha dado origen a su casi poética denominación.
Cuando Porqueras diseñó la lámpara, hace ahora más de 3 décadas, no quería hacer un producto de moda. Simplemente buscaba un producto que le gustase y que no fuera agresivo en la casa. Y el tiempo le ha dado la razón a autor; hoy la nueva Funiculí sigue quedando bien en cualquier hogar.
Las nuevas formas de la luminaria, que conserva un cierto aire nostálgico, han sido adaptadas al siglo XXI gracias a pequeños retoques realizados por el equipo creativo de Marset, capitaneado por Joan Gaspar. Pero la esencia sigue siendo la misma: la pantalla de la lámpara sube y baja gracias a un simple mecanismo parecido a un funicular, y la semiesfera metálica que la conforma puede rotar 360º para dirigir la luz. La goma que afianza la base del pie, también circular pero ahora un poco mayor, protege el suelo y le da una estética desenfadada.
Funiculí fue presentada en Light & Building 2012, y hoy ya es un hecho en el mercado. Está hecha de metal pintado en negro, blanco, rojo, beige o gris musgo.
No te pierdas el siguiente video, donde Joan Gaspar y Lluís Porqueres explican cómo se ha hecho la reedición de este encantador producto.