La Vinoteca Blas se renueva: tendencia y tradición conviven en Astorga.
El concepto base del proyecto ha sido la combinación de reminiscencias vintage que recuerdan a las “tiendas de toda la vida”, junto con elementos de rabiosa actualidad; el cuidado en la elección de los materiales así como en los pequeños detalles conjugan a la perfección con la filosofía de la cocina y el trato familiar de sus dueños. La distribución original del local se ha mantenido, sin embargo gracias a este nuevo proyecto cada rincón y espacio han podido aprovecharse al máximo, consiguiendo así un resultado más funcional y cómodo, donde la luz adquiere un gran protagonismo.
El espacio se ha dividido en dos ambientes, uno de barra y otro de comedor, separados entre sí mediante un botellero realizado en chapa de hierro y vidrio, con capacidad para unas 90 botellas y que se convierte en parte central del proyecto. El botellero sirve además como barra adicional en su hueco central, donde además se dedica una frase del cantautor Alberto Cortez al protagonista del local, el vino. El botellero separa de este modo los dos espacios, actuando casi como una celosía, que permite otorgar la intimidad deseada en la zona del comedor y organizar el espacio. Por el otro lado, el espacio se divide mediante un tabique alicatado con unas urnas interiores donde se exponen productos típicos de la zona.
La iluminación adquiere un gran protagonismo dentro del proyecto, con sus luminarias creadas con escurridores esmaltados en negro, que en la zona del comedor se combinan a distintas alturas con bolas de vidrio blanco y que confieren al espacio la claridad necesaria para dotarlo de un aspecto de mayor amplitud junto con la iluminación indirecta conseguida por el foseado en la parte superior de la barra.
Toda la carpintería, realizada a medida, está fabricada con tablero de pino, al igual que las puertas, lo que le da un aspecto más natural, que combina a la perfección con la laca en blanco de la barra.
La puerta de entrada, con su tirador de acero corten, al igual que la barra de la izquierda, ofrece una vista general de la vinoteca donde destacan el suelo realizado con baldosas de mosaico que forman alfombras que enmarcan espacios y que se convierten en vinilo traslúcido en la fachada.
El proyecto ha abarcado también otros detalles como el diseño de la nueva carta de menú o los cubiletes repartidos por la barra y las mesas. La carta tiene un diseño muy cuidado y especial, adquiriendo una tercera dimensión, al estar bordada sobre tela y sujeta a un tablón de pino, donde el logotipo aparece en bajorrelieve.
El objetivo principal ha sido ofrecer a los clientes un local de un diseño confortable, acogedor y distinto a la actual oferta hostelera astorgana, donde poder degustar un buen vino de su amplia variedad, así como los exquisitos platos elaborados de forma cuidadosa.
Restaurante Blas Calle de San José de Mayo 524700 Astorga, León