El Chiringuito de Arquitectura G para Otrascosas de Villarrosàs se va de vacaciones.
Durante casi dos meses El Chiringuito ha ofrecido una programación paralela a la del interior de la galería: talleres con ladrillos, con madera, o pequeñas exposiciones de fotografía o mobiliario, cine a la fresca, pequeños conciertos o algunas cenas al aire libre. Ha sido básicamente la galería de verano de Otrascosas de Villar-Rosàs.
El próximo jueves, se despide con su último evento, una subasta silenciosa amenizada por el grupo Chester & Lester.
El Chiringuito se formaliza partiendo del imaginario colectivo veraniego. Aúna el lenguaje formal de las casetas y cambiadores de playa de construcción precaria, y el colorido de los toldos costeros. Se compone de tres módulos de estructura de madera de abeto con cubierta de chapa galvanizada minionda. De estos tres módulos, dos están unidos y articulados con bisagras, y el tercero puede replegarse a sí mismo hasta quedar completamente cerrado. Estas articulaciones permiten diferentes composiciones y estrategias de colonización de la terraza, pudiendo tanto abrazar un espacio expositivo como fragmentar la terraza en diferentes estancias y corredores.
Las caras exteriores de las paredes están pintadas con franjas verticales de color azul luminoso, mientras que en las interiores se mantiene la textura y el color del abeto virgen. Este gesto estratégico permite que en todo momento los módulos tengan un delante y un detrás, y se pueda reformular el espacio de la terraza dándonos a entender si estamos dentro o fuera de unos limites imaginarios.
Las cubiertas cobran especial importancia y se ha buscado que funcionen casi como piezas autónomas, livianas, separadas y exentas, que más que cumplir con su función de cobertura refuerzan la sensación de cobijo. Se separan voluntariamente de las paredes y flotan cada una en su propia dirección. Se ha optado por un material frío, que refleje tanto la luz del sol como la iluminación artificial cuando es de noche, y que contraste a su vez con la calidez de la madera reforzando la imagen volátil de El Chiringuito.
Conjuntamente con Santa&Cole, encargados de la iluminación, se ha buscado recrear una atmósfera doméstica y recogida en un espacio exterior. Al oscurecer, las paredes de abeto virgen reflejan la luz cálida y amarillenta que proyectan las lámparas Nagoya, y acotan el espacio según la disposición de los módulos de El Chiringuito. La iluminación se entiende así no sólo como un elemento que ilumina sino como un elemento que acaba de formalizar y realzar los espacios propuestos por el proyecto.
Como parte del proyecto y con la idea de reforzar El Chiringuito, el equipo de Otrascosas ha improvisado y diseñado una nueva mesa de madera y mármol, dejándola como pieza central del espacio exterior, y dotándola de la entidad y presencia requeridas. Se ha diseñado también un mueble auxiliar desplegable de contrachapado de abeto, que recoge las neveras y al abrirse se extiende y funciona como barra.
Otrascosas de Villar-Rosàs Via Laietana 64, principal. Barcelona
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