El estudio Comac proyecta un restaurante en un antiguo granero francés.
El proyecto debía permitir la convivencia de un restaurante nuevo en un espacio antiguo como este granero del siglo XVII. De este modo, se han conservado las paredes de piedra originales, las aberturas al exterior en dirección norte, el suelo de arcilla y la estructura con baldosas originales completamente recuperadas. En la parte sur, el jardín tiene salida a una calle justo enfrente del ayuntamiento. Las aberturas en esta zona permiten la entrada de luz hasta el restaurante.
“Reconvertir este granero en restaurante representaba sobre todo preservar el ambiente histórico del lugar, con una actitud humilde y respetuosa ante lo que ya existía y dejando que las partes nuevas tomen vida propia”, explican los propios arquitectos.
El proyecto se definía por una intervención modesta en el espacio original, por eso se optó por desarrollar dos módulos de madera, la cocina y el comedor. Ambos independientes y enfrentados entre sí, se asientan sobre un pavimento de madera. Las aberturas de ambos volúmenes extienden las del propio granero hasta la terraza, la única intervención visible desde el exterior.
En el interior, se optado por un mobiliario de materiales como la madera combinados con colores neutros como el blanco.