The Fosse, en Bath: una antigua villa se reinventa en una moderna casa de campo por Designscape.
La modificación fundamental ha sido invertir la orientación del edificio para crear la entrada en la parte posterior, manteniendo la elegante fachada victoriana al sur y el jardín como un «santuario privado para la familia».
Todos los cobertizos y extensiones realizados a lo largo de la vida de la casa han sido retirados, creando en su lugar el jardín trasero y el hall de entrada a doble altura, alineado con un muro de piedra recuperado que une interior con exterior. Los muros de piedra de Bath se han empleado en The Fosse para el garaje de una sola planta y este vestíbulo de entrada acristalado.
En el edificio se han empleado materiales complementarios para no desentonar con el ambiente. Además se han incorporado soluciones sostenibles, desde reciclar la piedra original hasta mejorar el rendimiento térmico de la casa.
En el interior de la casa manda el blanco, que refleja la luz que se cuela por miradores y ventanas, algo muy valorado en las islas británicas.
Estancias amplias buscando practicidad y continuidad visual, y muebles de diseño clásico como sillas de los Eames están presentes en la cocina-salón.
Baños y habitaciones también están pintados y decorados en blanco.
Fotografías cortesía de Designscape.