El artesano que dibuja a lápiz: así es la obra del arquitecto chino Wang Shu, premio Pritzker 2012.
Wang Shu nació en 1963 en Urumqi, una ciudad de Xinjian, provincia al oeste de China. Estudioso del arte, la filosofía y el cine, además de arquitecto, en 1998 fundó junto con su esposa, Lu Wenyu, Amateur Architecture Studio en Hangzhou. Esta ciudad está situada a 170 kilómetros al suroeste de Shanghai y aquí se ubica la mayor parte de su obra.
Una de las constantes de su estudio ha sido la creación de edificios en armonía con la naturaleza, construidos con técnicas tradicionales y materiales orgánicos, adaptados y transformados para proyectos contemporáneos. Prueba de su respeto por el medio ambiente y por la economía de materiales son las dos millones de tejas procedentes de demoliciones de casas tradicionales empleadas para cubrir el techo de varios edificios del campus de Hangzhou.
Su sólida formación artesanal le lleva, por ejemplo, a trabajar únicamente con lápiz. A diseñar como lo haría un pintor tradicional chino. El resultado es una obra que hace referencia al pasado pero tiene la virtud de trascender en el tiempo. A través de ella ha logrado concebir una urbanización inspirada en la tradición, edificios concebidos desde la filosofía y la enseñanza de respetar la Tierra.
A través de sus obras, todas desarrolladas en China, Wang Shu crítica aquella arquitectura responsable de demoler y destruir la arquitectura de raíz tradicional. Este es el caso del proyecto que le dio a conocer más internacionalmente, presentado en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2006. Se trataba de Tiled Garden (Jardín de Baldosas), un marco de bambú cubierto con 66.000 azulejos reciclados y recuperados de edificios demolidos.
Entre sus principales obras destacan la biblioteca del Colegio Wnzheng en la Universidad de Suzhou, el Museo de Historia de la ciudad portuaria de Ningbo y el Campus Ziangshan de Bellas Artes de Hangzhou, así como el pabellón de Tengtou-Ningbo en la Exposición Universal de Shanghai.
Para los expertos, este galardón representa un reconocimiento al papel que China va a desempeñar en el desarrollo de los ideales de la arquitectura en las próximas décadas, fruto de su colosal urbanización, importante para China y para el mundo.
El premio está dotado con 10.000 dólares y con una medalla de bronce con una inscripción latina en su reverso: Firmitas, Utilitas, Venustas (Firmeza, Utilidad y Belleza), el lema de Vitruvio, considerado como uno de los padres de la arquitectura. La entrega del premio se realizará por primera vez en su historia en Pekín el próximo 25 de mayo, según anunció Thomas J. Pritzker, presidente de The Hyatt Foundation, promotora del premio.
Otros arquitectos galardonados en años anteriores son el francés Jean Nouvel, los británicos Norman Foster y Richard Rogers, el español Rafael Moneo, el italiano Renzo Piano, el mexicano Luis Barragán, los estadounidenses Frank Gehry y Richard Meier, los brasileños Óscar Niemeyer y Paulo Mendes de Rocha y los portugueses Álvaro Siza y Eduardo Souto de Moura, ganador en 2011.
Toda la info sobre el premio en www.pritzkerprize.com
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