Enter Architecture diseña Aldrich, una vivienda en Australia que fluye con el paisaje.
“Para desarrollar el techo se ha utilizado un sistema de modelaje asistido por ordenador que lo ha convertido en una extensión no paralela del paisaje. Se ha mejorado digitalmente dando volumen a la casa y permitiendo la entrada de luz”, explican los arquitectos. Ésta incide en los diferentes volúmenes dejando a la vista la sutileza de las curvas, de los ángulos únicos y las diferentes alturas. “La sensación es la de estar en un rompecabezas, el techo y el paisaje se entrelazan cambiando el punto de vista. Es la yuxtaposición entre lo natural y lo digital cuyo ritmo y patrones se activa por el propio emplazamiento en el paisaje”, añaden.
Con tres dormitorios, dos baños, dos salas de estar y un comedor, las áreas más públicas se sitúan en los lados más cercanos a la costa, las zonas voladizas de la casa. La parte más escondida es también donde se ubican dormitorios y baños, que requieren de más privacidad. Aquí, la conexión con el paisaje empieza desde el suelo y una pared de piedra local sustenta e incluso envuelve esta parte de la casa. En la azotea se ha dispuesto una cubierta con baranda desde la que se puede disfrutar de las vistas.
El interior es un refugio amplio y cómodo. El blanco brillante exterior se repite en el interior dando una sensación de máxima fluidez. Piezas de arte moderno adornan las paredes que junto con el mobiliario contemporáneo aportan un toque sofisticado al conjunto.