Si, nosotros también usamos cookies. Esas cosas con nombre de "galletita" que ayudan a que tu navegación sea más personalizada. Cierra este mensaje y nos darás tu permiso para seguir utilizándolas. Y seguirás disfrutando de diarioDESIGN como siempre.

Feliz viaje por nuestra web Cerrar

La lectura articula la remodelación del barrio obrero East Liberty en Pittsburgh, USA.

La construcción de un edificio puede cambiar por completo la fisonomía de todo un barrio. También su alma. Bajo esta premisa se proyectó la remodelación de la antigua Biblioteca Carnegie de Pittsburgh (CLP), construida en 1967 en el corazón del humilde y racial barrio East Liberty. Engastada entre un anodino bloque urbano y una bella iglesia neogótica, la remozada biblioteca pública llama la atención por sus formas vanguardistas, los materiales de su fachada y sus enormes cristaleras. También por sus dimensiones, ya que gracias a la remodelación proyectada por EDGE Studio se han podido sumar 835 m2 a sus 3.070 m2 existentes de la superficie original.
Al antiguo edificio se le ha lavado la cara, transformando completamente su fachada –que juega ahora con los claroscuros- y se le ha dotado de mayor presencia visual gracias a una enorme cristalera que deja ver su interior. Además, con la ampliación, la biblioteca se extiende a lo largo de la calle, siendo visible desde varios puntos de la calle principal donde se ubica.

La nueva biblioteca de Pittsburgh ha sido, además, diseñada de forma sostenible. El nuevo montaje de la pared exterior ayuda a proveer al edificio de un aislamiento térmico superior. El edificio cuenta con un sistema de iluminación de bajo consumo y ahorro de agua y energía. Los enormes paneles superiores dejan pasar la luz del sol, ofreciendo un ambiente muy agradable de lectura con luz natural y vistas a la ciudad.

La nueva planta de la biblioteca, más accesible, cómoda y acogedora, ha permitido reorganizar completamente los servicios que ofrece a los ciudadanos y procurar nuevos espacios para la lectura y el uso del ordenador. Así, ahora encontramos colecciones para adultos, para adolescentes y para niños, y en el segundo piso, cuatro salas de reuniones, despachos y un espacio que atesora los 150.000 volúmenes de gran valor histórico para la ciudad.

Una enorme L da la bienvenida a los lectores y estudiantes, que pueden acceder por dos entradas y dejar su coche aparcado en el aparcamiento público adyacente.

Ficha técnica

Arquitecto: EDGE Studio
Localización: Pittsburgh, Pennsylvania
Equipo del proyecto: Anne Chen AIA LEED AP, Jonathan Eggert AIA, Amanda Markovic, Stephen Mrdjenovich y Matthew Manzo
Presupuesto: 5,1 millones de dólares
Año del proyecto: 2010

 

Fotografías de Ed Massery

 

 

 

Artículos relacionados

Marmolista: pasado y presente en una vivienda de los años 40 en Granada

aea-ventanas-aluminio-diariodesign-portada

Aluminio: sostenibilidad y diseño para definir la ventana del futuro

Réplicas de puentes parisinos y “la Venecia de China”: así se transformó Suzhou

Fernanda-Canales-Arquitecta

Fernanda Canales: repensar la arquitectura desde una visión social y colectiva