Reforma de oficinas en el Ensanche barcelonés basada en la luminosidad y la transparencia.
El resultado es un espacio muy neutro, amplio y luminoso que preserva la intimidad de los ocupantes de los despachos mediante juegos traslúcidos.
Las escaleras que unen las tres plantas son el eje central de las oficinas. Sobre ellas se han instalado varias luces esféricas de Moooi que dinamizan las distintas alturas y potencian el carácter diáfano del espacio.
Proyectado sobre un plano de 4.200m2 en forma de L, el espacio combina varias zonas de trabajo (recepción, despachos, salas de reuniones, office/cafetería, etc.) separadas por cristales que confieren transparencia entre unas y otras. Y para contrarrestar el acristalamiento divisor, las puertas y marcos están hechos con madera lacada, opaca, que refuerzan la altura de la planta.