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El sabor de Milán desembarca en el puerto de Sydney con la Osteria Balla Manfredi.

Si unimos el talento de un arquitecto de vanguardia con el de un chef de cocina de fusión y el de una restauradora con ganas de exportar sabores, el resultado es este restaurante inaugurado recientemente en el puerto de Sydney. La elegancia y el buen gusto que exhala la Osteria Balla Manfredi es innegable. Por algo sus principales artífices, el prestigioso arquitecto Luigi Rosselli y el chef Stefano Manfredi, presumen de haber nacido en la cosmopolita e industrial Milán.
Entrar en el restaurante Balla es como viajar hasta los bohemios canales del barrio Navigli de Milán, pero estando en las orillas del puerto australiano. Sin embargo, gracias al gusto por la alta costura de Julie Manfredi-Hughes, propietaria del restaurante y esposa del chef, la arquitectura industrial se viste aquí de diseño. Su influencia se palpa en todos los rincones del restaurante, con elementos decorativos de lo más chic que contrastan con elementos más rústicos propios de una antigua osteria (las tradicionales tavernas italianas).

Un ejemplo de su feminidad son las preciosas lámparas de vidrio amarillo que cuelgan del techo firmadas por el prestigioso artista de vidrio decorativo Dante Marioni.

La arquitectura del Balla, que toma prestado su nombre del artista futurista milanés Giacomo Balla, es una oda a la orgullosa arquitectura industrial de principios del siglo XX, adaptada al siglo XXI.

Un conjunto de vigas enmarca la planta baja donde se halla el bar y la cocina, queriendo emular los puentes que se extienden sobre los canales de Navigli. Las estructuras de acero al carbono, con soldaduras visibles y fijaciones, están presentes en todos los espacios del Balla para hacer referencia a la industria de acero que albergó Milán en el pasado.

El restaurante está situado en la zona del paseo marítimo bautizada como La Avenida, de la que se obtienen fantásticas vistas a través de una impresionante fachada de vidrio mientras se saborea un cóctel en una de sus mesas.

Rosselli saca partido de esta fantástica ubicación y mantiene el equilibrio entre el interior y el exterior del restaurante gracias a las columnas diseñadas por Renzo Piano que se reparten por toda la sala. La superficie de las columnas está hecha de mosaicos que perfilan la forma de hojas y flores, en un intento por transformarlas en árboles.

Por su parte, el techo también sigue con la dinámica natural utilizando formas geométricas futuristas con colores que recuerdan a un dosel de cielo y hojas.

Fotos de Justin Alexander
Más información en luigirosselli.com
Texto de Marta Carrera

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