El nuevo restaurante Phantom, situado en el edificio histórico de la Ópera Garnier de París.
Crear un nuevo espacio en un edificio histórico tiene sus restricciones por lo que el proyecto debía conservar intacta la estructura existente de paredes, pilares y techo sin dejar de afirmar su carácter más contemporáneo.
Esa intensidad desciende en forma de alfombra por la escalera principal, de manera espectacular, extendiéndose hacia el centro del piso de abajo, de color negro.