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Entrevista con la Colour Designer Céline de Azevedo, la compositora del color.

Quizá por su ascendencia francesa, Céline de Azevedo tiene un sentido innato del gusto. Vive ahora en Portugal, ya que desde 2004 es la Colour Designer de pinturas CIN, empresa propietaria de Barnices Valentine. Formada en Francia en Artes Aplicadas y Artes Plásticas, descubrió su vocación por el color a lo largo de su carrera universitaria y artística. Tras un doctorado sobre “As Cores do Centro Histórico do Porto”, concluyó su formación con un diploma de postgrado en la Universidad de Toulouse, especializado en diseño del color.

Céline inició su carrera en 2003 en Atelier 3D Couleur en París bajo las directrices de Jean Philippe Lenclos, maestro internacional y pionero en la práctica del color. Allí llevó a cabo proyectos de diseño del color para el mundo de la industria, la arquitectura y el urbanismo.

Como Colour Designer de Valentine, ella y su equipo recopilan las propuestas de las tonalidades cromáticas que se van a llevar mediante su asistencia anual a presentaciones, workshops, desfiles de moda y eventos. Un trabajo que tiene muy en cuenta los hábitos de los consumidores y los cambios que experimentan los estilos de vida. Todo ello se plasma en un catálogo de tendencias que, para este año 2011, propone una vuelta a lo esencial, con cuatro familias de color serenas, apacibles y respetuosas con la naturaleza: aire, tierra, agua y fuego. diarioDESIGN la entrevistó en una reciente visita a Barcelona, precisamente para presentar las nuevas tendencias 2011 del catálogo de Valentine.

diarioDESIGN (dD): ¿Qué es una color designer? ¿En qué consiste a grandes rasgos tu trabajo?
Céline de Azevedo (CdA): Mi trabajo, yo digo muchas veces que es como el de un compositor. Todos los colores existen, el arte es combinarlos y crear una armonía perfecta. Los colores son como notas, y combinándolos hacemos una nueva composición de color. Mi trabajo dentro de Valentine consiste en crear nuevas colecciones de colores para la casa de acuerdo con la evolución de los estilos de vida, la moda…

dD: ¿En qué y qué cosas te inspiran a la hora de capturar estas notas?
CdA: Para mí todo y a todas horas es inspiración. Salir de casa y ver una flor, o algo en un escaparate, o visitar una exposición de arte… Tengo el hábito de tener un diario de color, en el que voy compilando cosas que me interesan y que algún día pueden ser susceptibles de salir al mercado en forma de nuevo color.

dD: ¿Hay países o ciudades que te resultan más inspiradoras, creativas o generadoras de tendencia que otras? ¿Cuáles son?
CdA:
Para mí, sinceramente, todo es una inspiración. Estar en un pueblo de Andalucía,  París, Nueva York… Son inspiraciones totalmente diferentes pero que siempre pueden traer cosas nuevas. Cualquier sitio puede resultar inspirador aunque no sea de última tendencia o la capital de la moda.

dD: Los colores de moda, ¿son reflejo de un contexto social, de unos valores determinados? ¿A qué obedecen en este caso?
CdA:
Cuando empiezo a trabajar las tendencias es un año antes de su lanzamiento. Paso mucho tiempo visitando salones, participo en workshops con otros colour-designers, y allí pensamos cómo evolucionan los estilos de vida y cuales serán las necesidades de los consumidores y las próximas tendencias cromáticas. Tengo un periodo de 6 meses para inspirarme, analizar, recortando colores, y a partir de ahí hay un trabajo de atelier, de recopilación de colores que me permite saber cómo han evolucionado, gracias a nuestras estadísticas… Parece que mi trabajo sea artístico dentro de una empresa que es muy técnica. No es solo inspiración; también hay análisis para convertir esa inspiración en resultados concretos.

dD: Valentine lleva 11 años elaborando una carta de tendencias. ¿Queda algún color, familia, tono… por descubrir?
CdA: Sí, quedan nuevos matices. Gracias al trabajo de todos estos años, me permite saber qué registros tenemos, donde hay menos y completar este espectro con novedades. Cada vez que creamos nuevos colores, completamos familias de color.

dD: ¿Podrías definir brevemente como son las nuevas tendencias de color para el 2011 recién presentadas?
CdA:
Aire: son colores neutros y casi impalpables, que se amoldan perfectamente a la casa y son ideales para quienes buscan ambientes en calma, con mucha tranquilidad y luminosos.

Tierra: el regreso a los orígenes, a una casa de campo donde se hace la comida todos los días y se huelen muchos perfumes. Son colores para disfrutar de una casa de campo en la ciudad.

Fuego: es una carta de colores para la casa de una personalidad muy fuerte, para quien gusta de ser diferente. En ella se sienten las especias, el calor de la casa, podemos tener ambientes un poco barrocos, neoclásicos, el verde salamandra, rojos sensuales…

Agua: es la colección alegre, feliz, vital y dinámica. Imagino una familia con niños que corretean por todos lados. Una familia que no tiene miedo de los colores. Una casa feliz y moderna.

dD: Cuando entras en un espacio, ¿qué te dice particularmente a ti el uso del color ? ¿Lo miras siempre con ojos profesionales?
CdA:
Cuando entro, cuando miro, tengo siempre una mirada “colorida”. Siempre lo asocio a un color Valentine porque es mi vocabulario, mi lenguaje. Veo y pienso en colores… Mis colegas, en broma, dicen que soy «un lector de colores». Tenemos con un lector automático y estoy tan habituada a trabajar así que creo que ya lo hago de forma inconsciente.

dD: ¿Puede un buen uso del color mejorar un interiorismo mediocre, o a la inversa?
CdA: El color para mí es una cuestión subjetiva, tiene que ver con nuestra personalidad. A mí un ambiente puede no parecerme conseguido y armonioso, mientras que a otra persona sí. Es una cosa cultural. Los colores que escogemos en Francia, España, Portugal o en otro sitio del mundo son diferentes porque tienen que ver con nuestra cultura, con la luz, con nuestro clima… Todo eso influye en nuestros gusto sobre el color.

dD: ¿Crees que en España somos suficientemente arriesgados a la hora de pintar la casa?
CdA: En mi opinión sí. Dentro de Valentine, cuantitativamente, se venden más los blancos, cremas, grises claros… Pero luego se observa que los españoles sí arriesgan poniendo un toque de color. Lo vemos en los coches. Por ejemplo, en Portugal predominan los negros, blancos; pasamos la frontera y la disponibilidad y el universo de color se multiplica: hay rojos, amarillos… Si apreciamos eso es porque el consumidor lo quiere.

dD: ¿Son paralelas las tendencias de color respecto al mundo del interiorismo y el de la moda? ¿Van a la par?
CdA:
Vamos más o menos paralelos, tan solo que nosotros no vamos tan rápido como el prêt-à-porter. Porque los consumidores no cambian todos los años el color de su casa, no es  un ritmo tan frenético. Aunque antes, hace 20 años o más, nuestros padres pintaban la casa “casi” de por vida; ahora en la decoración nos estamos aproximando casi a la moda. La llegada de las tiendas de bricolaje, las grandes superficies… nos permiten cambiar de color las paredes con facilidad. Hemos entrado en la cultura del cambio. La pintura es un elemento fácil de cambiar, con poca inversión.

dD: ¿Qué es más importante a la hora de elegir un color? ¿Qué tendencia ves en cuanto a acabados?
CdA:
Siempre digo que lo más importante a la hora de escoger un color es hacerlo en el sitio en el que va a ser aplicado, para no sentirse decepcionado. No con la luz de la tienda. Hay que llevar el color a casa y aplicarlo en el espacio y en el momento del día donde pasamos más horas en esa habitación. Si pasamos más horas durante la noche, hay que mirarlo por la noche… Y dentro de las tendencias de este año, veo un regreso de los tonos más apagados, muy tranquilos, mucho menos saturados, menos brillantes. Durante cuatro años, verdes y rojos han sido fuertes. Los tonos saturados tiene un componente artificial, industrial, de plástico, de no natural… El regreso a tonos desaturados tiene un componente más natural.

dD: ¿De qué color está pintado el salón de tu casa?
CdA:
De blanco. El color está en los accesorios. Por ejemplo, tengo un frigorífico rojo heradado de mis padres que tiene… ¡40 años!

dD: ¿Y tu dormitorio?
CdA: El cabecero está pintado de “malva chic”.

dD: ¿Tienes alguna predilección en cuanto a colores, por ejemplo, a la hora de vestir?
CdA: Soy muy neutra. Llevo color en los accesorios.

dD: Qué color no llevarías nunca…
CdA:
No tengo miedo a ningún color.

dD: Propón un nuevo color… para arriesgar.
CdA: El verde hipocampo.

dD: ¿Y para definir el nuevo lujo?
CdA: El verde oscuro, inglés, muy victoriano.

dD: Un color para emocionar…
CdA: Para mí son los verdes. Son mis colores preferidos. Es una simbología personal, el que más me corresponde.

dD: Elige un diseñador/a que te guste por su aplicación del color.
CdA: Un diseñador portugués, Rui Alves. Es divertido, tiene unos treinta pocos años y todos los elementos de mobiliario que hace tiene color. Su trabajo es muy lúdico y alegre. Son muebles sin miedo al color.

Diseños de Rui Alves

dD: La ciudad más colorista del mundo es…
CdA:
Me viene a la memoria Burano. Es una experiencia visual importante y fuerte. Una isla frente a Venecia formada por casas de pescadores, cada una pintada de un color diferente, para que pudieran localizarlas desde lejos.

Isla de Burano

dD: Y por último, el cielo más azul está en…
CdA
: Portugal. Estoy viviendo allí. Llegar desde Francia y ver la luz de Oporto…

Más info: www.valentine.es

Puedes leer más sobre la presentación de estas tendencias en diarioDESIGN aquí.

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