Queen Tamar: un mini-aeropuerto ha aterrizado en la población medieval de Mestia.
El nuevo aeropuerto de Mestia, en Georgia, es una estructura revitalizante y vitamínica para una zona rural de este país ex-soviético. La pequeña pero impactante instalación forma parte de los ambiciosos planes del Gobierno para desarrollar el turismo en la ciudad, una población de aire medieval con sus torres de madera defensivas, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y famosa por sus instalaciones de esquí.
El estudio de arquitectura berlinés de Jürgen Mayer ha sido el encargado de llevar a cabo este proyecto, el aeropuerto Queen Tamar, que se integra y al mismo tiempo rompe con el paisaje de esta zona rural de Georgia.
No es casual que el revestimiento de vidrio tintado del nuevo aeropuerto de Mestia refleje el entorno: ayuda a contextualizarlo y a integrarlo en este hábitat helado salpicado de viviendas con pequeñas torres. Al mismo tiempo, le dota de tridimensionalidad pese a su estructura minimalista en tres partes bien diferenciadas. Una estructura que, según los arquitectos, mantiene su poesía en medio del paisaje glaciar.
El pequeño aeropuerto, de tan sólo 250 m2, gozó durante su construcción de la misma vitalidad de que quiere contagiar a la ciudad: se construyó en nada más y nada menos que en tres meses.
El resultado es una estructura más similar a una estación espacial rusa anclada en el tiempo y «depositada» en un entorno nevado. Según sus diseñadores, es un final alternativo y feliz a 2001: Una Odisea en el Espacio, película en la que Kubrik pone en escena una fallida misión espacial.
Fotografías y plano cortesía de J. Mayer H.