Rehabilitación de un piso en Pamplona, por el arquitecto Iñigo Beguiristáin.
Para conseguir un espacio general bien definido, el arquitecto ha diseñado una vivienda sin estridencias arquitectónicas: el secreto ha sido una planta longitudinal de un total de 120m2, típica de los pisos del centro de las ciudades, que se ha distribuido de forma rítmica y bien organizada.
Todo el piso se ha pintado de blanco, se han sustituido algunos tabiques por separaciones acristaladas y se han integrado los espacios públicos. Se ha conseguido así una liberación visual que introduce algunas diagonales de gran atractivo y profundidad.