Cómo vivir en una iglesia, según el estudio Zecc Architecten.
El apartamento queda finalmente convertido en un loft de planta semi abierta, con espacios públicos integrados y dormitorio-baño separado en un ambiente más íntimo. Las cristaleras se han conservado con sus vidrios coloreados de origen, y se han añadido algunas nuevas aberturas que ayudan a dotar de una gran luminosidad a toda la vivienda. Para no distorsionar la luz de distintos tonos que se cuela a través de las vidrieras, todo el espacio principal se ha pintado de blanco nuclear. El efecto final del interior, que recibe la luz de forma indirecta y semi-cenital, acaba siendo casi místico.
Fotografías en la web de los arquitectos Zecc Architecten.