Oficinas de Google en Zurich, de los arquitectos Camezind Evolution.
Google no es una compañía convencional, ni tampoco quiere parecerlo. Un diseño singular aprobado por los empleados, una distribución cambiante y flexible, espacios coloristas y muchas zonas donde relajarse o celebrar una reunión informal; sin duda rasgos característicos comunes en las oficinas de las compañías emblemáticas de Internet. Ver post publicado en diarioDESIGN sobre las oficinas de Facebook.
Situado muy cerca del centro de Zurich, el edificio Google es parte de una antigua fábrica de cerveza que ha sido rehabilitada como un complejo de apartamentos, tiendas, oficinas e incluso un hotel. Google tiene aquí localizado el centro de investigación EMEA Engineering Hub, en el que trabajan los 800 empleados que ocupan las 7 plantas y los 12.000 m2 del edificio.
La compañía ha querido reflejar en sus oficinas los rasgos singulares que desarrolla en su negocio: individualidad, creatividad e innovación. El estudio de arquitectura Camenzind Evolution ha buscado ofrecer un entorno de ambiente agradable y cercano de pequeña compañía en una oficina gigante que ha multiplicado por dos el número de empleados el último año. Y el reto ha sido además hacerlo al modo en que se mueve Google, en poco tiempo y con un presupuesto muy ajustado.
Un elemento clave en el diseño ha sido la participación de los empleados de estas oficinas en Zurich, llamados cariñosamente Zooglers. Bajo la supervisión del Director de la División Inmobiliaria de Google, se seleccionó un comité de empleados que aprobó el diseño final en representación de todo el staff. Se hizo un estudio que buscó más allá de los aspectos funcionales y recogió información sobre la personalidad de los Zooglers, sus valores y sus motivaciones. Un psicólogo dirigió esta investigación mediante entrevistas personales, talleres y encuestas. Los resultados de esta investigación concluyeron que el ambiente de trabajo ideal necesitaba ser funcional, diverso, harmonioso y divertido: mientras que los lugares de trabajo individual tendrían que ser racionales, reducidos y neutros, las áreas comunes necesitaban espacios grandes con una estética comprometida con la diversión, la creatividad y el espíritu de colaboración. Y todo sometido a un alto grado de flexibilidad para acomodar los cambios frecuentes del staff, no en vano un empleado de Google cambia físicamente de lugar de trabajo 2 veces en un año.
Hasta el final, no se les dio a los arquitectos de Camenzind Evolution un briefing específico ni un manual de identidad corporativa. De hecho, se les prohibió expresamente que investigasen sobre el diseño de otras oficinas de Google en el resto del mundo. Para enfocar el proyecto, decidieron primero investigación sobre las posibilidades y retos que presentaba el edificio.
El espacio se ha organizado disponiendo las áreas de trabajo a lo largo de un cuerpo principal, en el que se mezclan una serie de espacios abiertos para 6-10 personas con despachos cerrados para 4-6 personas adicionales. Todas las áreas se separan entre sí con divisiones de cristal para conseguir iluminación con luz solar natural a la vez que se reduce el ruido y se obtiene cierta privacidad para los equipos de trabajo. El suelo de cada espacio se ha pintado de un color y en consonancia se escogen las imágenes de las paredes para mantener una coherencia en el diseño.
Se ha dotado a las oficinas de muchas pequeñas salas cerradas de medio tamaño para poder llevar a cabo conversaciones por video-conferencia a la vez con cualquier parte del mundo; por supuesto, todas las salas están dotadas con la mejor tecnología. Además de estas pequeñas salas, se han tenido en cuenta otras áreas de reunión de atmósfera más relajada e informal para mantener discusiones más creativas. Las oficinas también disponen de una sala de conferencias para 200 personas.
Se ha concedido mucha importancia a las áreas comunes, que intentan conjugar trabajo y relax. Los arquitectos has asociado estas zonas al deporte y el ocio, proponiendo desde una sala con acuarios para la relajación, hasta espacios dotados con billares, ping-pong, juegos de video interactivos, e incluso un spa. Un gimnasio con profesores ofrece clases de yoga, Pilates y fitness para que los empleados también puedan mantenerse en forma. La diversidad de estas áreas comunes ofrece una gran variedad de experiencias visuales y actividades, para asegurar que cada uno de los Zooglers, un conjunto diverso procedente de 50 países, encuentra su lugar de relax e inspiración. Estos espacios están intencionadamente dispersos por todo el edificio para favorecer la circulación por las 7 plantas y la comunicación entre grupos y equipos de trabajo. Para permitir una rápida circulación, el edificio se ha dotado de algunas “conexiones rápidas” como barras o toboganes que conectan espacios comunes.
Proporcionar alimentación saludable y de buena calidad ha sido un punto muy importante: los cocineros sólo usan ingredientes naturales y de calidad para elaborar in situ los menús; la cafetería Milliways sirve desayuno, comida y cena; y numerosas micrococinas ofrecen bebidas y comida para los empleados durante todo el día.
Visto en www.archdaily.com