Casa diseñada por Marcio Kogan en Paraty, Brasil.
La casa, de ingenuidad estructural, nace desde la montaña creando una extensión a modo de terraza habitable en la selva y dejando intocable su entorno natural. Dos cajas de cemento conectadas entre sí parecen surgir de la roca para proyectarse sobre la playa en un voladizo de 8 metros que encuentra el equilibrio en la difícil topografía del lugar.
El acceso a la entrada principal se hace por barco. Desde la arena, se llega a la entrada por un puente metálico construido sobre una piscina de agua cristalina. El puente conduce a las escaleras que conectan tanto con el volumen inferior de la casa, que alberga las zonas públicas, como con la parte superior, donde se encuentran los dormitorios. La planta baja, que cuenta con el salón, la cocina y el área de servicio, está diseñada como un espacio continuo de 27 m. de amplitud y enormes ventanales acristalados con vistas al mar. Las habitaciones situadas en la parte superior de la casa están protegidas del sol con paneles retráctiles de madera de eucalipto. Los espacios posteriores que dan a la montaña se iluminan con luz cenital procedente de patios interiores, que resalta la textura del cemento de las paredes. Toda la cubierta de la casa es transitable y en ella se han dispuesto terrazas, observatorios o jardines con esculturas y plantas medicinales y aromáticas.
El interior, tan sobrio y espectacular como el exterior, acumula una importante colección de muebles del siglo XX, diseñados entre otros por George Nakashima, Luis Barragán, Lina Bo Bardi, Sérgio Rodrigues, Joaquim Tenreiro y José Zanine Caldas.
El arquitecto Marcio Kogan, nacido en Brasil hace 57 años, es considerado como continuador de los grandes arquitectos modernos brasileños: Lucio Costa, Oscar Niemeyer, Lina Bo Bardi o Vilanova Artigas. Su trabajo más reconocido y premiado se ha desarrollado en proyectos de residencias privadas, de estilo elegante y minimalista. Se le atribuyen influencias arquitectónicas de Ludwig Mies van der Rohe o Frank Lloyd Wright, pero a él, enamorado del cine, le gusta declararse discípulo de Ingmar Bergman, Federico Fellini y Andy Warhol. Además de gran cineasta, Kogan adora tanto su natal São Paulo como Nueva York, ya que son parecidas en su caótica fealdad y su mezcla de energía multicultural. Y así es Paraty House, una mezcla de impresionante arquitectura moderna, interiores neoyorquinos hechos con muebles de diseño brasileños o mejicanos, materiales de construcción naturales, y una localización inigualable en plena naturaleza.
Fotografías en www.marciokogan.com.br