Quintana 4598: apartamentos de arquitectura modular en Saavedra, Argentina.
El edificio de viviendas se organiza en cinco niveles, concentrándose la parte habitacional en los tres intermedios. La planta baja está ocupada por el aparcamiento y la última, destinada exclusivamente a la relación social. Ir Arquitectura, autores de este proyecto, pusieron especial énfasis en dotar de calidad a los espacios comunes, consiguiendo completar de esta manera la mínima superficie de cada una de las 12 viviendas.
Las viviendas
Los tres niveles que acogen las células domésticas se organizan en dos tipos de unidades funcionales: espacios servidores y espacios servidos, que se extienden al exterior a través de cajas de policarbonato. Intercalándose en cada una de las plantas, estos balcones marcan el ritmo dinámico de las fachadas, que toman tres dimensiones: ancho, largo y profundo. Se optimizó milimétricamente el espacio de cada apartamento, tanto en superficie como en altura. Las viviendas no cuentan con metros cuadrados excedentes, ni rincones mal aprovechados. Su programa y distribución queda marcado por su principal objetivo: la funcionalidad.
El gran mueble
Una gran pieza de mobiliario unifica los servicios, los organiza en el espacio y consigue dotar a las viviendas mínimas de un carácter práctico necesario. Almacenamiento, cocina, cuarto de baño y, en su extremo, el área de dormitorio quedan algutinados bajo la misma estructura. El espacio libre al que se adosa esta unidad funcional se concibe, entonces, como el área de día, que irá cambiando y tomando diferentes funcionalidades según las necesidades y prioridades de los usuarios. La sencillez del mecanismo se llevó al terreno estético con materiales de acabado desnudo, como el hormigón, y formas simples, que aportan otro estilo a los hogares.
Una célula diferente
En cada planta, a las tres viviendas mínimas se les suma una de mayor superficie, situada en uno de los extremos. Su organización está basada en los mismos criterios, sin embargo, su posición condiciona características diferentes. Estos apartamentos se abren al exterior a través del testero del edificio, sobre el que asoman a través de “cajas” de mayor longitud. Además del gran mueble que acoge a los servicios, estas cuentan con una zona de noche aislada, delimitada por una pieza concebida como un apéndice de este. La variedad de tipologías no solo enriquece la funcionalidad del edificio, también consigue aprovechar al máximo su geometría.
Fotografía de portada de Federico Cairoli.