KesSalao; take away mediterráneo en Bonn.
Todo parte, pues, de su imagen de marca y su naming, siendo el diseño una metáfora de los valores de la compañía y dejando que los colores guíen todo el proceso.
En este caso empezaron diseñando el símbolo de la marca: una gota de aceite de oliva, el producto por antonomasia de la dieta mediterránea, que cae de una ‘s’.
Luego el nombre. KesSalao es un juego de palabras entre el alemán ‘Kess’ y el español ‘Salao’, dos términos que se emplean en el argot popular para referirse a alguien majo y divertido. Para distinguir las dos palabras, se optó por poner la segunda ‘s’ en mayúscula.
Por último, el interiorismo. Como decíamos, debía ser una metáfora de la imagen de marca y del producto, que aquí es la comida mediterránea, de modo que la apariencia del local debía ser fresca y natural, como los platos que venden.
Los materiales empleados son lo más naturales posibles: chapa de abedul para las paredes y pino para el mobiliario, diseñado por Masquespacio.
También se han empleado materiales estrechamente vinculados a la cultura mediterránea como la rafia. La firma ha creado asientos y macetas con este material tratando de simular los canastos que se utilizan para recoger fruta y verdura, explica Ana Milena Hernández Palacios, la directora creativa de la firma, cuya sede está en Valencia.
En cuanto al color, la paleta por supuesto que tenía que ser acorde a la imagen de marca pero también reconocible para el público alemán. De modo que eligieron el rojo, como protagonista, y el azul y el amarillo, en referencia al mar. El morado, por su parte, sirve para añadir fuerza al conjunto.
El local, con una superficie de 40 metros cuadrados, ha sido concebido como un espacio flexible para adaptarse a diferentes usos, pues por el mediodía sólo funciona como punto de recogida y por la noche se convierte en una cafetería. ¿Cómo han logrado esto? Por ejemplo con mesas desplegables que se guardan bajo de una de las barras de madera.
Otro detalle del local son las rejas metálicas, un elemento decorativo que sirve para colgar los menús, las macetas y revistas, y que también funciona como barra en la zona del escaparte. Y otro más: el revestimiento de rafia de los taburetes para poder dejar bolsos y otras cosas que el cliente lleve encima.
El proyecto también incluye el packaging y menaje, que sigue las mismas directrices que el resto de elementos.