Anna & Eugeni Bach reforman una clásica vivienda en Barcelona, respetando sus elementos más tradicionales.
A pesar de un lamentable estado, los techos (con magníficos rosetones y molduras) y los suelos (de pavimento hidráulico de pieza pequeña) se habían conservado relativamente bien, así como algunas carpinterías originales.
El punto de partida consistió en conservar una distribución que permitiese mantener todos los magníficos techos y suelos del piso, y concentrar las obligadas variaciones que el nuevo programa requería en aquellos espacios sin estas características.
Para poder conseguir este objetivo, el estudio de arquitectura formado por Anna y Eugeni Bach ha trabajado pieza por pieza, consiguiendo en cada caso que el nuevo programa se adecuase a las estancias marcadas por techos y suelos, empotrando armarios o desplazando tabiques sin modificar el límite de las estancias, de manera que éstas ganan funcionalidad, sin perder los límites originales. Para ganar amplitud, además, hay un interesante juego de espejos.
Todas las carpinterías se conservan, bien en su posición original o bien desplazándolas a nuevas estancias abiertas en el volumen “interior” del piso donde se realiza una nueva cocina y el baño del dormitorio principal, siempre respetando los suelos y las ventanas al patio en su posición original.
La holgada altura de esta vivienda también ha sido aprovechada: en el baño del dormitorio principal, se ha realizado un nuevo suelo elevado 60 cm respecto del original, permitiendo tener la bañera bajo la ducha en un mismo espacio, y consiguiendo un espacio de almacenamiento-despensa muy útil bajo el suelo, accesible desde el pasillo, junto a la cocina. Esta elevación del baño significa también que para acceder a él es necesario subir tres escalones desde el dormitorio, lo cual confiere al piso una sensación de domesticidad mayor, al introducir un elemento más típico de una casa que de un piso de una sola planta.
Otro espacio característico de esta reforma es el largo pasillo interior, muy común en esta tipología de vivienda del ensanche barcelonés. Este espacio tenía una anchura ideal para convertirlo no sólo en un espacio de paso, sino en algo más, así que con unos sencillos estantes que abarcan toda su longitud, y con unos muebles bajos de la misma longitud, se convierte el espacio en una holgada biblioteca y en un espacio de almacenamiento.
Unas lámparas de sobremesa de Ikea colocadas al revés en el techo le acaban de dar un toque surrealista al espacio al mismo tiempo que una iluminación específica muy agradable. Otros elementos destacados en el mobiliario son una Slow Chair de los hermanos Bouroullec para Vitra en el salón, sillas Plastic Side de los Eames también para Vitra y una lámpara Coderch en el dormitorio principal.
Fotografías: Tiia Ettala