Nuevo y polémico símbolo de Anish Kapoor y Cecil Balmond para el Londres olímpico: la ArcelorMittal Orbit.
Concebida como “una malla de arte y estructura”, ha dicho Balmond, se trata de una órbita que gira alrededor de sí misma a través de una celosía de 560 metros de acero, de color rojo, y una escalera de 455 peldaños en forma de espiral.
Mide 115 metros de altura. Es, por tanto, la escultura más alta del Reino Unido y supera en 22 metros a la neoyorquina Estatua de la Libertad. Eso sí, se queda a la mitad de la Torre Eiffel, que mide 324 metros.
Está situada en el este de Londres, en pleno corazón del Parque Olímpico, junto al Estadio de Stratford. Tras las Olimpiadas, esta área se convertirá en el mayor parque urbano creado en Europa en más de 150 años.
Por la noche, 250 proyectores de luz iluminarán la escultura en una combinación de efectos animados y estáticos. Durante los juegos, además, habrá un espectáculo de luces en movimiento todas las noches de una duración de quince minutos.
Kapoor se ha decantado por una estructura de acero porque, según ha explicado, es el único material flexible, ligero y capaz de soportar una estructura de 2.000 toneladas de peso al mismo tiempo. Si bien, en los días que el viento sople a más de 100 kilómetros por hora, la atracción se cerrará al público.
Para su construcción, ArcelorMittal, la mayor compañía siderúrgica del mundo, ha rendido un homenaje a la globalización utilizando acero de diferentes países. La fábrica que tienen en Sestao (País Vasco) ha sido una de las proveedoras. Por otra parte, el 60% del acero utilizado es reciclado.
La escultura, por cierto, lleva su nombre, ya que Lakshmi Mittal ha patrocinado la obra aportando 19 millones de libras, de los 22 que cuesta en total. Del resto, se ha encargado la London Development Agency.
Anish Kapoor, de origen indio pero asentado en Londres, y el ingeniero de estructuras Cecil Balmond, empezaron a colaborar juntos en 2002 en la obra Marsyas, una escultura de acero y PVC situada en el interior de la Tate Modern. Ambos han alcanzado fama por sus obras de arte contemporáneas a gran escala y en espacios públicos.
De cara al diseño de esta nueva escultura, Kapoor quiso romper con el modelo actual de torres. “Todas son prácticamente simétricas”, opina. Así que se marcó un ambicioso reto: “deconstruir una torre”. Por otra parte, añade Baldmon, “éramos conscientes de que sería un legado para la ciudad, así que queríamos estirar el lenguaje del icono lo máximo posible”.
Pero no todos lo comprendieron. En la presentación del proyecto, en 2010, la obra fue criticada por romper, precisamente, con los convencionalismos. Pero a Kapoor le gusta la controversia pues piensa que ocurrirá lo mismo que con la Torre Eiffel. “Durante 50 años fue odiada por todo el mundo y ahora es el pilar de París”, dijo el pasado mayo, al finalizar la construcción.
En el caso de Londres, la escultura pretende ser el símbolo de las Olimpiadas 2012 pero también del emblema de la prosperidad del hasta ahora marginado este de Londres. “Es una tarjeta de visita para los inversores”, ha proclamado el alcalde, Boris Johnson. Es más, sus aspiraciones pasan porque sea reconocida en todo el mundo. “Será una atracción familiar aclamada internacionalmente”, se ha atrevido a decir.
La torre está siendo equipada actualmente y no se abrirá al público hasta el 28 de julio. Se accederá a través de un ascensor central que llegará hasta un gran mirador con vistas panorámicas a toda la ciudad. A la hora de bajar, los turistas podrán utilizar el ascensor aunque lo ideal es que bajen por las escaleras para experimentar la sensación de orbitar alrededor de la escultura. La torre está pensada para soportar cinco mil personas al día, entre 400 y 600 por hora.
Por cierto que el precio de la entrada será de 15 libras para los adultos y 7 para los niños, una cantidad que al escultor indio le ha parecido excesiva. “La obra hay que pagarla, pero hay que intentar que el billete sea lo más barato posible”.
Fotografías: cortesía del estudio de Anish Kapoor.