Le Cube Orange de Jakob + Macfarlane Architects, un juego de volúmenes geométricos.
Así, el gran agujero excavado en Le Cube Orange permite, por ejemplo, que en la entrada se cree una perturbación geométrica entre el arco del lobby y el nuevo espacio de doble altura creado por el cráter, también en forma de arcada.
Todos los niveles se benefician de este modo de luz natural y vistas, ya que los miradores son accesibles desde cada nivel. Cada planta desarrolla su propia distribución de espacios luminosos y elegantes para oficinas, además de generar distintas zonas de encuentro informal.
El último piso del edificio alberga una terraza en la parte trasera desde donde se puede ver la vista panorámica de Lyon-Confluence. A nivel de calle, Le Cube Orange está conectado a 4 plataformas flotantes que se unen con las orillas del río y sus muelles.
Fotógrafos Nicolas Borel (interior), Roland Halbe (exterior). Visto en www.archdaily.com.