Un edificio de cómic para el MoCCA Museum de Nueva York.
Todo el volumen del edificio estaba organizado en distintos “bocadillos” diseñados según su función prevista –salas de exposición, biblioteca, café, tienda, auditorio, etc.-, que “flotaban” en distintas alturas. Los espacios al aire libre que quedaban entre ellos estaban pensados como salas multifuncionales. La circulación del público se podía realizar mediante una rampa helicoidal central o mediante diferentes accesos directos, a modo de rampas entre las salas, de manera que se podía contemplar toda la actividad del museo de manera simultánea desde el espacio central diáfano, o pasar casi sin enterarse de la sala de La Guerra de las Galaxias a la de Spiderman o La Masa. Desde luego, el proyecto de Erick, garantizaba que este museo se convirtiera en uno de los más significativos y reconocibles de la ciudad y su visita en algo inolvidable.
Texto de Irene Porras. Imágenes virtuales y planos en la web de suckerPUNCH.